La serie no continuará adelante y toda su historia, que inevitablemente conectó con la saga Skywalker, terminará siendo abortada.
The Acolyte cerró su historia con un logro no menor. Pese a ser realizada bajo el amparo de un conglomerado como Disney, cuyas obras son generalmente un éxito de audiencia cortesía de las marcas que explotan, la serie se ahogó por completo, fue cancelada y no tendrá una segunda temporada.
La decisión no debería sorprender a nadie. Diversos reportes estipularon que la serie simplemente no fue un éxito de audiencia y, a la vez, tampoco tuvo una buena recepción de la crítica, por lo que el espacio para que creciera por el boca a boca era muy limitado. Peor aún, lo que se dijo de la serie a medida que sus episodios fueron estrenados solo apuntaban a un descalabro creativo total.
Mucho de lo anterior tiene relación con la propia narrativa de la serie. A pesar de que Star Wars siempre ha sido una franquicia que permite la experimentación, también existen márgenes concretos creados por George Lucas que encierran, para bien y para mal, a toda su espacio de creatividad. En ese ámbito, muchas producciones han apostado por un vacío fanservice, servicial a la trilogía original, mientras que otras series han sido completamente timoratas a la hora de jugársela por los nuevos rincones que intentan explorar.
En el caso de The Acolyte, todo quedó en un punto medio insatisfactorio, ya que inicialmente su historia anticipaba abordar una nueva época nunca antes vista, la denominada Alta República situada 100 años antes de los sucesos de La Amenaza Fantasma, pero sus mundos, dinámicas de personajes e inclusive su tecnología estaba atrapada por los confines de todo lo que se hizo antes. A la larga, la Alta República no era muy diferente ni tan gloriosa como la vendieron al principio.
Peor aún, rápidamente quedó claro que la serie apostaría por hacer lo más obvio de lo obvio: conectar con los siths y la figura de Darth Plagueis, el maestro de Palpatine, dejando en claro - ¡otra vez! - que la galaxia es pequeñísima y todo está conectado con todo, especialmente con la denominada saga Skywalker.
En esa línea, los creativos al final agregaron un cameo del maestro Yoda que terminó siendo completamente inservible para intentar vender una segunda temporada.
Pero a la larga la serie simplemente no tendrá ninguna clase de futuro, ya que Lucasfilm le bajó el pulgar. De acuerdo al portal Deadline, la serie tuvo buenos números de audiencia en su lanzamiento, “pero no pudo mantener el momentum, saliendo del top 10 en la tercera temporada y manteniéndose ahí hasta regresar al número 10 con la presentación de su final”.
Repito, esta fue solo la crónica de una muerte anunciada, ya que la serie olía a gladiolo inclusive antes de presentar su último capítulo.