La actriz que interpretó a Daenerys Targaryen explicó que en algún momento que era mejor que la dejasen morir si se concretaba el riesgo de que no podría volver a actuar.
Durante la realización de Juego de Tronos, la actriz Emilia Clarke logró sobrevivir a dos aneurismas cerebrales que pusieron en riesgo no solo su vida, sino que también su propia confianza para continuar adelante interpretando a Daenerys Targaryen.
En conversación con Big Issue, la actriz aseguró que inicialmente estuvo preocupada porque pensó que podrían “despedirla” tras padecer sus aneurismas. No solo eso, ante el miedo de no poder volver a actuar más en su vida, la actriz le pidió al personal médico que “la dejaran morir”.
“Cuando tienes una lesión cerebral, todas las inseguridades que tienes al ir a trabajar se cuadruplican de la noche a la mañana, porque se altera tu sentido de ti misma de una forma dramática”, comentó al actriz. “El primer miedo que todos teníamos era: oh Dios mío, ¿me van a despedir? ¿Me van a despedir porque piensan que no voy a poder completar el trabajo?”, agregó Clarke.
En ese sentido, tras volver al set de grabación de Juego de Tronos, la actriz rememoró que en algún momento llegó a pensar que: “bueno, si voy a morir, mejor que muera en televisión”.
El primer aneurisma que padeció Emilia Clarke ocurrió en 2011, en medio de la realización de la primera y la segunda temporada de la serie, mientras que el segundo aneurisma ocurrió en 2013.
“Tener una enfermedad crónica que disminuye tu confianza en aquello que sientes que es tu razón para vivir es muy debilitante y muy solitario”, remarcó Clarke. “Una de las cosas más importantes que sentí con una lesión cerebral fue estar profundamente sola. Eso es lo que estamos tratando de superar”, agregó.
Pero con el paso del tiempo, la actriz explicó que ha logrado lidiar con la situación e inclusive sus experiencias con los aneurismas le dieron una especie de “superpoder” para afrontar ese tipo de adversidades.