Francis Ford Coppola cree que es posible que los estudios de cine mueran en el futuro

El director puso dinero de su propio bolsillo para hacer Megalopolis. REUTERS/Stephane Mahe

El director explicó el desafío de financiar su más reciente película, Megalopolis, y también habló del estado del negocio, afirmando que las compañías de streaming tienen mucho dinero, pero solo son lo que antes era el “video hogareño”.

En medio del estreno de su más reciente película - Megalopolis - en el marco del Festival de Cannes, el legendario director Francis Ford Coppola anticipó un escenario apocalíptico para el sistema tradicional del negocio cinematográfico.

Con su más reciente producción siendo realizada sin el apoyo de un estudio, recaudando fondos de forma independiente y poniendo dinero de su propio bolsillo, el director recalcó que el streaming ha ganado el suficiente terreno como para cambiar las cosas. Sin embargo, deja en claro que el propio estatus de las plataformas de streaming es mucho menor que la pantalla grande.

“El streaming es lo que solíamos llamar home video (video hogareño)”, puntualizó Coppola durante la conferencia de prensa en Cannes según consta en Deadline. En ese sentido, planteó que su verdadero deseo es que Megalopolis pueda ser exhibida en grandes cines que puedan albergar cientos de personas.

Siento que la industria cinematográfica se trata de gente contratada para cumplir con sus obligaciones de deuda; su trabajo no es hacer buenas películas, sino pagar sus deudas”, recalcó el director de El Padrino.

“Estas nuevas empresas (Amazon, Apple, Microsoft) tienen mucho dinero. Pero es posible que los estudios que conocemos desde hace tanto tiempo ya no estén aquí en el futuro”, recalcó.

Según explicó Coppola, la realización de Megalopolis fuera del sistema de los estudios solo fue posible debido a que durante los años ochentas pidió un préstamo de $20 millones de dólares y construyó una vitivinícola en California que creó un modelo que hoy por hoy es copiado por todos. De ese modo, explicó que tomó aquella importante inversión y se arriesgó para concretar una película que tenía en mente desde hace más de 40 años. Una producción que terminó costando $120 millones de dólares y que hoy por hoy lo tiene enfrentando dificultades para encontrar distribuidores que gasten $100 millones en el marketing.

Pero el director explicó que no está preocupado por el factor monetario, pues siempre ha dejado en claro que hizo lo que realmente quiso con Megalopolis. También puntualizó que la película no le dejará problemas financieros y que su familia, incluyendo a sus hijos Sofia y Roman, tienen “maravillosas carreras sin una fortuna”.

Megalopolis tuvo una recepción dividida por parte de la crítica durante su estreno en Cannes, generando reacciones polarizadas en las primeras impresiones, y por ahora aseguró su distribución en cinco países de Europa, incluyendo una presentación limitada en cines Imax. Por ahora el director sigue buscando un distribuidor para Estados Unidos, mientras que los derechos de streaming y TV serán vendidos aparte.

Megalopolis por ahora no tiene fecha de estreno para Chile o Latinoamérica.

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