Maly Jorquiera, Lorena Capetillo, Koke Santa Ana, Hernán Contreras y Simón De La Costa protagonizan el podcast que con solo cuatro capítulos ya ha dejado a los auditores llenos de interrogantes sobre lo que sucede en una misteriosa isla: “Dejé el final ligeramente abierto, planté algunas semillas que podrían eventualmente explotarse en una segunda temporada”, le dijo su creador a La Cuarta.
Paraíso sin escalas se grabó de una en una suerte de gran jornada del drama, donde Maly Jorquiera, Lorena Capetillo, Koke Santa Ana, Hernán Contreras y Simón De La Costa, dan vida a los “Súper 5″, un grupo de excompañeros de un exclusivo colegio privado que llegan a un lugar de ensueño, y lo que parecían ser unas vacaciones increíbles, se transforman en una pesadilla.
Al elenco se suma el eterno galán de teleseries Fernando Kliche, y los standuperos Catalín y Valentín Camm; en la primera audioficción original de Visa que al momento de esta entrevista estaba dentro de los 20 podcast más escuchados de Chile, ocupando el número 6. En las calificaciones de Spotify tiene 4,9, y suma más de 50.000 reproducciones.
“Dentro de la historia empiezan a reflotar algunos rencores que existían entre ellos, algunos problemas más recientes también, y eso repercute en que uno de ellos desaparece, hay una búsqueda y dentro de este contexto la isla está incomunicada, no tienen acceso a internet ni nada de eso”, adelantó Héctor Romero, podcaster en El sentido del humor junto a Luis Slimming y Marcelo Valverde, además de ser parte de los guionistas de El Antídoto, está detrás de la escritura de esta producción de misterio y comedia negra de cuatro capítulos que ya está disponible en Spotify.
“Deliberadamente, dejé el final ligeramente abierto, planté algunas semillas que podrían eventualmente explotarse en una segunda temporada, pero eso todavía está en veremos”, le dijo al diario pop.
- Héctor, ¿cómo llega este proyecto a ti?
Me contactaron de Canal 13, específicamente de Emisor Podcasting que produjo la audioficción. Ellos habían sido contactados por Visa porque tenía una campaña de seguros de viajes, era una cuestión súper específica, pero querían difundirla de una manera no tradicional. Entonces, lo que se les ocurrió fue hacer un podcast de ficción, una comedia misterio, media inspirada en The White Lotus. Yo llevé un poco el concepto más allá, no quería hacer demasiado evidente la publicidad o que molestara. Entonces, de verdad me preocupé por generar una historia bien completa. De verdad que me preocupé de crear un buen misterio y eso vestirlo con buenos chistes, que es lo que hacemos en El sentido del humor.
- ¿La historia es 100% tuya o llegaron con algo previo a la propuesta?
Había como una idea de que fuera una isla brasileña. Esto es una anécdota, la historia originalmente se iba a llamar La Isla Bonita, inspirándose en la canción de Madonna, pero resulta que cuando yo empecé a escribir reflotó el caso de Jeffrey Epstein y como meme se empezó a asociar con la canción. Dijeron, no, hay que cambiarle el nombre. Entonces, propuse varios y quedó Paraíso sin escalas. Habían unos esbozos de ideas de personajes que yo tomé, modifiqué, y agregué un personaje más. También querían que tuviera una desaparición.
- ¿Tú escogiste a los actores?
En parte sí. Había un grupo de posibles candidatos que querían castear. Entonces yo dije, a mí me tincan más estos personajes que participen en el proceso de selección.
- ¿Y hay alguno de los personajes basado en la realidad?
Son más bien arquetipos de personajes, son todos muy ABC1, pero sí quería que hubiera, por ejemplo, el personaje de Olivia, es un personaje que no nació siendo ABC1, sino que se fue construyendo a sí misma, entonces eso también genera algunas diferencias con el resto que han sido privilegiados toda la vida. Otro que es un desagradable, que es Armando, pero igual la gente le tomó algo de cariño por la interpretación que hizo Koke Santa Ana. También está Max, que es el personaje que realiza Simón de la Costa, que es un poco más extrovertido. Con el personaje de Maly, asociable a una dueña de casa. Cada uno tiene sus propias características que le llevan también a chocar de repente con los otros personajes. Y también está el de Fernando Kliche, que es el dueño de la isla y del resort al que llegan estos amigos, es un personaje bastante excéntrico y particular, que también esconde ahí sus misterios.
- Héctor, hablemos de las referencias porque hay un pequeño guiño a Caso 63…
Sí, quería que se sintiera como que todo es parte de un mismo universo. De hecho, el texto original era que se trataba de un paciente psiquiátrico muy parecido a Néstor Cantillana, pero dije finalmente no le agregamos el nombre, pero sí les gustó mantener ese guiño. El desafío fue que VISA también tiene un lineamiento a nivel mundial que es bastante estricto, entonces igual se la jugaron al hacer este proyecto y que yo lo escribía porque crear una historia de misterio significaba, en algunos casos, jugar al límite con las cosas que se podían y no se podían decir.
- ¿Cómo cuáles?
No podía haber referencia a armas, lenguaje ofensivo, entonces todo eso significaba que de repente había que rodear de alguna forma esos limitantes, pero insinuarle al auditor lo suficiente para que en la imaginación la persona generara esas cosas, tenía que quedar implícita de alguna forma.
- ¿Cómo es escribir una serie tipo radio teatro versus El Antídoto por ejemplo que uno lo puede ver?
Siendo redundante, desafiante. Porque cada medio tiene sus ventajas y desventajas. O sea, la gracia de que esto sea solo audio, es que puedes meter al licuado una isla, el mar, un avión, y ya ese trabajo se lo lleva la gente de postproducción, que aprovecho para destacar, es bonito el ejercicio de alimentar la imaginación del auditor. Y el desafío era tener que imaginarme también ese lugar. El guión como de radio teatro o de audioficción no es igual al de la tele, uno tiene que ir colocando qué efecto de sonido tiene que escucharse en qué momento, cuánto debería estar durando dentro de esa escena, qué cosas van y vienen. Todo eso tiene que ir bien marcado para que la persona que está en edición lo tome como referencia.
- Hablemos del personaje de Hernán Contreras, Luis Undurraga, porque es psiquiatra y es donde pudiste poner tus conocimientos de Psicología.
Creo que el personaje de él y el personaje de Olivia, Lorena Capetillo, son un poco los más aterrizados, los más racionales. Y claro, me gustó eso de poder meter parte de los conocimientos que tenía, y de hecho, algunos de esos elementos son importantes en la resolución final del misterio, sin querer spoilear. Uno escribe también de lo que sabe y esta fue una oportunidad de meter algo de lo que estudié cinco años, para que mi mamita se sienta orgullosa.
- ¿Cuánto te demoraste en escribirla?
La verdad no tomó tanto tiempo. Creo que en total deben haber sido como unas tres semanas, pero todo eso después tuvo que pasar por varios procesos de revisión, luego organizar a los actores y coordinar que todos pudieran estar presentes, porque eso fue otra cosa bacán que el proceso de grabación se hizo en un 90% en una jornada, o sea, se grabaron los cuatro capítulos de golpe, pudieron estar todos los actores presentes, entonces realmente interactuábamos, hablaban, compartían, y siento que ayudó porque se genera cierta química entre ellos.
- ¿Te han llegado teorías de lo que podría pasar en una eventual segunda temporada? ¿O de lo que pasó en este final abierto?
Sí, para mí la resolución estaba bastante clara en mi cabeza, qué fue lo que pasó, pero el formato permite que la gente eche a volar más la imaginación, entonces no quiero spoilear nada, pero como tú no tienes la posibilidad de ver lo que sucede, puedes llenar esos espacios con las teorías que quieras. No puedo adelantar mucho, porque explicar la teoría sería revelar parte del final.
- Me dijiste que estaban en conversaciones para una segunda temporada, ¿hay humo blanco o aún nada?
Están contentos con la recepción que ha tenido la serie, por lo tanto, es algo que se ha tanteado, pero aún no hay nada oficial. Hay una posibilidad de que iba a estar sujeta a términos de la serie.
- Y ¿cómo resumirías esta experiencia?
Fue un ejercicio muy bonito que me gustaría repetir en el futuro. El elenco de verdad se la jugó por darle vida a cada personaje, fue muy bacán escuchar a esos personajes que vivían en mi imaginación, en las voces de ellos, y sentir que la elección que se hizo con el casting fue la adecuada. De verdad, yo me imaginaba a Koke Santa Ana haciendo esta especie de Pepe Cortisona más desagradable, casi maquiavélico, y siento que dio súper bien con el tono. Al igual que el resto, de verdad fue bacán poder ver eso.
- ¿Escogieron a los actores antes de que comenzaras a escribir?
Sabía que a Simón De La Costa lo tenían tanteado, entonces el personaje de Max tenía más en mente que fuera para él.
Él igual tiene muchos estereotipos de, no sé, desde Miguel Piñera hasta Connor Roy, el hijo mayor de Succession.
Sí (ríe), yo no conocía a Simón De La Costa pero cuando él estaba actuando decía “oye, esto lo escribieron para mí, porque yo me he visto diciendo esto en la vida real”.
- Maly también sorprende porque ella tiene una personalidad súper marcada, pero acá es completamente diferente.
Claro, ella tiene algunas escenas que son un poquito más dramáticas dentro de lo que es la comedia. Pero sabes, había una en que estaba diciendo un pequeño monólogo que y lo interpretó súper bien con el tono dramático, pero se coló un ruido dentro de la grabación y lo tuvo que repetir, y salió bien pero la anterior le había dado una intensidad tan bacán y no se pudo utilizar esa grabación.
- ¡No, que lata! Otra cosa interesante de los personajes, es que son como estar jugando al Clue.
¡Sí! Alguien también me había dicho eso, ha generado una entretenida conversación en redes.