El chileno es parte de la aclamada producción de drama y misterio junto a su hermano Pablo Larraín, y que ya va en la segunda temporada. Aquí abordan la raíz del bien y el mal en cada personaje, y cómo se irán desvelando las estructuras de poder detrás de los canales de televisión -donde se transmiten los certámenes- dirigidos por magnates tipo Donald Trump. “Lo interesante es entender que los villanos no son malos por ser malos, pero que por supuesto somos responsables de nuestros actos, esto no es una apología al mal”, reveló a La Cuarta.
¿Cómo comenzar a describir a Señorita 89? La serie producida por los reconocidos hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín -fundadores de Fábula- y dirigida por Lucía y Nicolás Puenzo, que se mete en la cultura de las reinas de belleza de fines de los 80 y comienzos de los 90, en una idiosincrasia latina que le agrega diferentes sazones, y los infaltables tintes de maldad y valentía que acá están en igual dosis.
La producción que promete generar una reflexión a través de la narrativa, es protagonizada por los personajes que sobrevivieron a la primera entrega, a cargo de las actrices Ximena Romo, Natasha Dupeyron, Coty Camacho y Leidi Gutiérrez e Ilse Salas. Y a ellas se suman Dolores Heredia y Yoshira Escárrega.
“Ya es 1990 y las dos principales cadenas de televisión de México se prestan a reventar la sintonía en una guerra por imponer a la siguiente reina. Mientras Señorita Yucatán intenta mantener la corona sobre su cabeza, no advierten que en lo más profundo del país, se está gestando una revolución y su chispa es una reina de piel morena dispuesta a sacudirlo todo con tal de cambiar las reglas del juego”, se puede leer en la sinopsis.
Sobre la nueva temporada de Señorita 89 y su llegada a Universal Premiere, el canal premium de Universal+ a partir del 13 de marzo, conversamos con el productor chileno Juan de Dios Larraín, quien además, está en camino nuevamente por el Oscar con la película El Conde.
- Juan de Dios, primero que todo, ¿cómo llega este proyecto a Fábula?
La idea inicial tiene que ver con el mundo de los concursos de belleza, me pareció que era un lugar muy interesante de explorar, esta idea de 20 chicas guapas arriba de un escenario con un ideal de belleza que está muy asociado al momento cultural, y detrás de eso hay estructuras de poder, estructuras de abuso, de esta misma rigidez cultural de qué es lo que es la belleza. Nos pareció muy interesante entender esas capas, y la serie aborda eso.
La segunda temporada toma a estos personajes que sobreviven de la primera (disponible en Universal + App), desde el mundo de los concursos de belleza y se meten ahora en el mundo de los canales de televisión, que es algo super interesante como estructura de poder y que uno pensaría que en los 35 años que han pasado, ha cambiado mucho, pero no tanto, y pasa lo mismo en un club deportivo como en la política o en un canal de televisión, vemos que está muy vigente.
- ¿Esta es una idea original que se les ocurrió a usted o viene de México?
Se nos ocurrió a nosotros, en el equipo de desarrollo de la productora, y eso lo llevamos a Lucía (Puenzo, directora), le comentamos que teníamos esta idea y le pareció fascinante, salimos a compartirla en ese momento con Lionsgate+ (plataforma de streaming) y todo partió ahí.
“Hay un destino trágico en nacer en un lugar de pobreza y no haber sido querido de niño”
- Pese a que es una ficción tiene estos elementos de choque de realidad que son muy de Fábula. No solo el choque sociocultural sino también el entrar al lado más profundo y oscuro del personaje, ¿lo ves así?
Sí, lo veo así. Y yo creo que lo interesante es entender que los villanos no son malos por ser malos, sino que tienen una razón y una moralidad que hay que tratar, entender por qué alguien hace lo que hace, y entender que los buenos tampoco son tan buenos, y probablemente hay una colaboración entre ser privilegiado y ser bueno, y hay un destino trágico en nacer en un lugar de pobreza y no haber sido querido de niño.
Creo que la serie trata de mirar eso a través de los personajes, entender que estamos aquí sobreviviendo en la circunstancia que nos toca vivir, y que por supuesto somos responsables de nuestros actos, que eso nos define moralmente y que estamos llamados al bien, esto no es una apología al mal, pero queremos entender esas capas a partir de un argumento que es muy entretenido, porque lo que promueve la serie es hablar de cosas que son muy universales y complejas, pero en un formato de personajes geniales.
- ¿Decidieron hacerla en México porque ellos tienen esta cultura de las misses más arraigada?
Claro, hay una cultura que está orquestada por los programas de televisión de Estados Unidos, Donald Trump está metido en los programas de belleza, en Latinoamérica quisimos sopesar esos formatos partiendo por México, entonces ahí viene el origen.
- Finalmente, ¿cuál es la invitación que haces a ver esta serie que toca diversos temas en una sola producción?
La invitación es a ver estos personaje que sobrevivieron a la temporada uno, a meterse en el mundo de la televisión, las estructuras de poder y cómo lo que vemos en pantalla es muy distinto a lo que pasa por detrás.