La actriz se llenó de elogios en el prestigioso certámen europeo, donde la película chilena tuvo su estreno internacional. En conversación con el Diario Pop, la intérprete confesó las dificultades del rodaje y cómo fue su experiencia grabando dentro de una mina en el desierto de Atacama.
En los últimos años el cine chileno ha ido ganando reconocimiento internacional de la mano de grandes películas, y el filme “Oro Amargo”, del director Juan Olea, ya está llamando la atención en el extranjero. La cinta protagonizada por Katalina Sánchez y Francisco Melo se llenó de elogios en el Festival de Cine de Varsovia, donde tuvo su estreno internacional.
A través de un neo western, la producción explora el mundo de la minería artesanal del norte del país. En conversación con La Cuarta, su protagonista, quien da vida a Carola, narró cómo fue el proceso de rodaje en el desierto de Atacama y cuáles fueron las reacciones que dejó su primera presentación en uno de los festivales “Clase A” más importantes del mundo.
Katalina personifica a una adolescente decidida a mantener el legado familiar, y que debe hacer frente a las adversidades que conlleva descubrir una veta de oro en un arcaico yacimiento de cobre, mientras que Melo interpreta a Pacífico, un minero experimentado pero sujeto al azar del destino. Por su parte, Michael Silva representa el lado más primitivo y oportunista del humano, sin escrúpulos para conseguir su objetivo.
Un estreno elogiado
Según comenta la actriz al Diario Pop, la película tuvo un gran recibimiento en el evento realizado en Polonia. “El público fue muy receptivo luego de la exhibición, tanto en la premiere como en la segunda función, (que fue en las que pude estar, porque en total fueron 3 visualizaciones) se generó un ambiente grato de conversación tanto en los Q&A como en el salón post función, fue muy genuino, la gente se nos acercaba para hablar y comentar la película”, señaló Sánchez.
La intérprete llegó a la capital polaca el 12 de octubre en la noche, un día antes de la premiere, y por temas de agenda el resto de representantes de la cinta fueron llegando por goteo.
¿Qué comentarios les llegaron sobre la película?
—Lo que más destacaban eran las actuaciones, la dirección de arte, la fotografía y cómo la película a pesar de ser un western que presenta a una adolescente teniendo que enfrentarse a las adversidades de un mundo liderado por los hombres y sus reglas logra ser entretenida a la vez por los paisajes y escenarios que trae a la pantalla.
Para mi en lo personal, que es la primera vez que me enfrento a un evento de estas características me sorprendió cómo el público, sobre todo femenino, se me acercaba para felicitarme por mi trabajo. Me sentí muy honrada y contenta de que personas que son del otro lado del mundo hayan experimentado una conexión con Carola y su historia. Eso lo encuentro lo más hermoso de este viaje.
También hartos comentarios de la gente del festival, que estaban muy agradecidos de que se presentara este tipo de largometraje. Una de las traductoras con la que estábamos en la premier se emocionó mucho, estaba muy contenta porque la temática toma la historia de una niña en la mitad del desierto en Chile, pero esto también pasa a las mujeres en Polonia y en todo el mundo.
El público estaba muy metido en la historia. Se notó que hubo un efecto y siento que con eso mismo la película se termina de completar, que es cuando ya el público la ve y siente lo que tenga que sentir. Pero en su totalidad puedo decir que fueron solo comentarios de agradecimiento, felicitaciones y de seguir dándole con esta película, que siento que va a tener una muy buena recepción también en más lugares.
Desafíos del desierto
Con una historia cruda y una ambientación extrema, se convirtió en un verdadero desafío para Katalina Sánchez el interpretar a Carola, considerando que gran parte de la producción se realizó dentro de una mina, permaneciendo un mes lejos de sus hogares para enfocarse en las grabaciones. A eso se le suman las complejidades propias del rubro, donde la actriz tuvo sentir como propias las emociones de su personaje.
¿Qué fue lo más difícil al momento de personificar a Carola?
—Darme cuenta de que Carola no tenía en quién apoyarse. Sin el apoyo y sin la presencia de su papá, ella no tenía en quién sostenerse. Ella tampoco tenía una relación muy afectiva ni profunda de padre e hija en la cual ella pudiese desenvolverse emocionalmente, entonces para mí eso fue bastante complicado, al recrear a una niña que de la noche a la mañana tiene que valerse por sí misma y enfrentarse a un mundo regido por las reglas de la selva, en este caso del desierto y de la minería. Fue enfrentar la soledad y el contexto bastante hostil conmigo.
Ella no solamente queda sola por la ausencia de su papá, que es el mandamás de los mineros, sino que queda sin su única figura. Entonces hay una hostilidad de muchos frentes, tanto los mineros, el desierto, y el trabajo en sí. Creo que era mucha presión para una adolescente que no tendría porqué estar pasando por esa situación.
No prejuiciar al personaje es bien difícil porque uno intenta empatizar y ser el fan n°1 de su personaje, pero si uno hace eso quedamos en una sola línea de lo que podía ser un personaje mucho más complejo, entonces eso fue un desafío al momento de rodar, para que no quedara solamente esta niña que sufre porque el mundo está contra ella, sino que hacer más complejo este personaje, creo que buscar la particularidad siempre va a ser difícil para uno como actor.
¿Fue muy intenso el rodaje?
—Sí, yo diría que hasta la fecha es mi proyecto más intenso, por la cantidad de escenas que tuve, esta es mi primera peli que protagonizo. Anteriormente también me tocó grabar en el desierto, en el 2021, pero acá yo estaba en todos los planos, entonces todos los días teníamos que estar ahí.
El desierto nos recibió con los brazos abiertos, la verdad es que nada que decir. La parte más difícil yo creo que fue grabar en la mina, bajo tierra porque había tanto polvo en suspensión que era difícil respirar. Sobre todo porque las escenas eran bastante acción, harta energía y a veces eso alentaba el rodaje, el tener que parar para poder tomar aire y seguir. Adentro teníamos que andar con nuestra linterna, si no, no se veía nada.
¿Cómo fue compartir set con Pancho Melo y Michael Silva?
—Era mi primera vez trabajando con los chicos. Con Pancho nos encontramos en la previa antes de comenzar a grabar, nos juntamos a leer el guión, a conversarlo y a definir la relación que tenían nuestros personajes. Hicieron un trabajo de mesa en conjunto antes de irnos a grabar el norte.
En general todo el equipo fue de primera, muy profesionales y dándolo todo. Muy compenetrados con este rodaje, que se sabía que iba a ser duro por el hecho de estar un mes completo fuera de nuestras casas. Entonces es muy importante que los equipos encuentren una buena química para poder contenernos y mantenernos así todo lo que dure el rodaje.
Particularmente con Pancho estuvimos la mitad de la película juntos. Grabamos las primeras dos semanas todas nuestras escenas, ya que él tenía otros proyectos, yo creo que que aprendí mucho de alguien que tiene muchos años y mucha carrera sobre sus hombros, entonces me sentía como una esponja absorbiendo esos pequeños detalles que uno a veces olvida a la hora de trabajar, entonces para mí fue un gran apoyo estar con Pancho en escena. Siempre me daba tips o me estaba ayudando a la hora de enfrentarme a alguna escena que quizás era un poco complicada. Aunque me exigía estar enfocada en muchas partes. Creo que fue muy bueno tenerlo como partner en esta película.
Con Michael en esta película nos toca ser antagonistas, como fuerzas opuestas, entonces me entregó mucha confianza también. Para que una buena película ocurra tiene que haber una buena contraparte y creo que Michael la logra con todas sus letras. Eso entrega una confianza para poder arrojarse a la escena, el saber que con tu compañero hay un buen diálogo, eso genera una confianza para que se pueda trabajar desde un lugar más intuitivo. Así que con ambos fue un agrado completo para mí.
“Oro Amargo” aún no ha sido estrenada en Chile, pero se espera que a comienzos del próximo año la película llegue a los cines nacionales para deleitar a los espectadores con este western moderno lleno de intriga y drama. Sus protagonistas ya fueron testigos de lo que transmite el filme y dejó una buena impresión en el Festival de Cine de Varsovia.
Por ahora continúa acumulando elogios en el extranjero, ya que esta semana la cinta fue seleccionada en la Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine de El Cairo, en Egipto.