En una era en la que los spoilers no eran tema y no existían las redes sociales, el momento más emblemático de la saga fue resguardado como hueso santo en el set de filmación y solo se materializó una vez que se grabó la voz del actor recientemente fallecido.
Han pasado 40 años, pero sigue siendo el spoiler más grande de la historia del cine.
De hecho, junto al emblemático final de “El Planeta de los Simios”, la gran frase que Darth Vader le dice a Luke Skywalker en “El Imperio Contraataca” es una de las mayores sorpresas en la historia del cine, coronadas por el excepcional y emblemático trabajo de voz de James Earl Jones, quien falleció esta semana a la edad de 93 años.
Pero para que la sorpresa fuese grande, la revelación solo debía ser conocida por un puñado de personas durante la realización de la película. Para que el impacto se concretase, era clave que nadie se esperase que el villano más grande de la galaxia fuese el padre de nuestro héroe, Luke Skywalker.
El secreto durante la filmación
La gran revelación se concretó en la escena 400, filmada cuando la película ya tenía un retraso de 39 días en su realización.
Durante una semana, el equipo técnico, el actor Mark Hamill y David Prowse, quien en el set era el encargado de dar vida al señor oscuro, se volcaron a filmar la secuencia en la que Vader trata de seducir a Luke para que se pase al lado oscuro de la fuerza.
“Tú me dices en la película que Vader triunfa, pero no sé si lo hace porque no me han dado una copia del guión”, decía Prowse en una entrevista en el set con Alan Arnold, quien escribió el libro “Once Upon a Galaxy: A Journal of the Making of Star Wars: The Empire Strikes Back”. “Tengo mis peroratas, pero no tengo idea alguna de cómo encaja eso con el resto del guión, ni de qué ha ocurrido antes de que yo aparezca en la película, ni de qué ocurre cuando dejo de salir en ella. No sé qué es lo que pasa”, agregó.
Todo eso se gestó porque Prowse era conocido por su afición a revelar secretos. Caso distinto fue el de Mark Hamill, quien fue informado en el set sobre la verdad tras todo lo que ocurriría una vez que Vader lo tiene acorralado en la ciudad de Bespin.
“Me reuní con Mark y le dije: Uh, sabes que Darth Vader es tu padre. David Prowse te dirá cosas que no sirven, olvídalo. Utiliza tu propio ritmo comparado con lo que él hace”, dijo el director Irvin Kershner.
“Me llevaron a un lado y me dijeron que esto es lo que te va a decir: ‘tú no sabes la verdad, Obi-Wan mató a tu padre’”, explicó Hamill en el mismo contexto.
“Le dije a Mark. No se lo expliques a nadie, sobre todo a David Prowse, pero quiero que lo sepas, para que puedas actuar de manera apropiada”, explicó George Lucas. “Y entonces Kersh trabajó la escena con él”.
“Cuando filmamos Star Wars, no tenía ni idea de que Darth Vader era mi padre. No creo que Alec Guiness lo supiera tampoco, porque en la escena en la que le pregunto quién era mi padre, dudó. No sé cómo George le hizo aquello. No le oí decirle, ‘puede que no quieras decírselo. Pero es complicado”, rememoró Mark Hamill.
“Recuerdo haber preguntado muy al principio quienes eran mis padres y que me dijeron que Obi-Wan y mi padre se encontraron con Vader al borde de un volcán y que tuvieron un duelo. Mi padre y Darth Vader cayeron al cráter y mi padre murió al instante. Vader saltó arrastrándose horriblemente desfigurado y en ese momento aterrizó el Emperador y Obi-Wan corrió a ocultarse al bosque y no se le volvió a ver nunca más”, agregó el actor.
Varios meses después de la filmación de la escena, a finales de 1979, ya en plena post-producción de la película, James Earl Jones grabó su parte del trabajo: dar voz a Vader.
La gran revelación fue el momento más importante de su trabajo, aunque nunca estuvo convencido de que fuese verdad. “Cuando vi por primera vez el diálogo que decía: Luke, yo soy tu padre, me dije a mi mismo: Miente, me pregunto cómo van a desarrollar esa mentira”, explicó Jones.
Claro que a la larga no fue una mentira, sino que el momento más impactante en la historia de Star Wars. Y eso cosa de ver los videos de Youtube en los que padres le presentan la película a sus hijos pequeños, para darse cuenta que hasta el día de hoy sigue funcionando.
Es decir, busquen en sus sentimientos. Saben que es cierto.