La luz y el calor pueden causar estragos en estos elíxires. Para evitarlo, expertos entregan sus recomendaciones.
Las cervezas, al igual que otros fermentados, pasan por un estricto proceso de control, ya que un mal cálculo podría afectar sus características. Eso sí, después de su envasado pueden mantenerse en óptima condiciones si se siguen algunos consejos, relacionadas con la temperatura y la luz, dos elementos que influyen un montón en ellas. "Un conocido productor chileno de cervezas siempre comenta lo siguiente: 'La cerveza debe ser tratada como pescado fresco'. Esto significa que lo mejor es mantenerla refrigerada, manteniendo la cadena de frescura. Sin embargo, no siempre hay espacio para tenerlas en el refrigerador. La recomendación sería guardarlas en forma vertical, en un lugar fresco y sin luz", explica Ximena Bravo, gerenta general de la Asociación de Productores de Cerveza de Chile A.G. (Acechi).
Gabriel Lara, ingeniero de alimentos, Beer Sommelier Doemens Academy de Munich y asesor Colegio de Ingenieros de Alimentos de Chile CIACH A.G., señala que los equipos pueden variar según el envasado de la cerveza. "Los equipos recomendados en el caso de botellas son coolers refrigerados a 4 ºC con una luz de baja longitud de onda, para evitar la oxidación. En el caso de las latas, también en coolers, pero no es necesario tener consideración en la luz (la lata es el mejor envase, ya que protege un 100% a la oxidación por luz). Por último los barriles o keg se mantienen de buena manera en salas refrigeradas a 4 ºC (como cámaras de frio) o kegerator (barras refrigeradas)".
Y hay que alejarlas totalmente de la luz solar: "La exposición de la cerveza a la luz genera el defecto denominado 'lightstruck', que es la oxidación de la bebida, generando un sabor no buscado por el productor. Las botellas ámbar y verdes ayudan a que eso no ocurra, protegiendo la cerveza para que llegue con el mejor sabor al consumidor", añade Ximena Bravo.
Nuevos sabores
Respecto de los sabores, Gabriel Lara dice que éstos los otorgan la cebada malteada, lúpulos y levaduras. "Algunos sabores y aromas son, por ejemplo, grano tostado, chocolate bitter, caramelos, galletas, frutos rojos, cítricos, herbales, especiados y florales. Además, se pueden agregar algunas frutas, hierbas y maderas, entre otros, siempre y cuando sean naturales, ya que algunos utilizan saborizantes artificiales para sus procesos y desvirtúan los sabores y aromas clásicos en la cerveza".