El eCommerce llegó para quedarse y el Canal Tradicional debe emplear sus ventajas para contar con los productos que busca su clientela.
La llegada del Covid-19 aceleró en Chile un proceso de digitalización en las compras que había comenzado hace unos años. De hecho, en las últimas semanas las ventas del eCommerce en algunos canales ha crecido "a tasas mayores de 100%, y alcanzando crecimientos de hasta 609% en la penúltima semana de mayo", según detallan en la empresa de investigación de mercado Nielsen.
Y aunque no existen datos concretos en la Cámara Nacional de Comercio respecto del comportamiento del comercio electrónico en el Canal Tradicional, las cifras dejan más que claro la tendencia y por qué el almacenero no se debe quedar atrás.
Abastecimiento
Pero esta nueva realidad que usa aplicaciones y sitios web para adquirir lo que se necesita de manera remota no sólo afecta al cliente final, sino también a la totalidad de la cadena de distribución, sobre todo al abastecimiento del Canal Tradicional por parte de sus proveedores.
El modelo usual contempla a un vendedor del mayorista que visita los almacenes y toma los pedidos, o que el propio comerciante salga a abastecerse directamente con los mayoristas.
Aunque este sistema todavía se emplea en muchas partes, la pandemia ha llevado a que los distribuidores incorporen nuevas modalidades para ofrecer sus productos de manera segura, como páginas web y app que tienen tanto la virtud de mostrar los productos con sus precios y sus especificaciones, como el permitir la compra de ellos en el mismo momento a través del típico carro de compras y con diversos métodos de pago.
La confianza es esencial
Pero ¿en qué debe fijarse un almacenero que desea probar esta nueva forma de abastecerse, cuáles son las precauciones que debe tomar y qué características deben tener las aplicaciones o sitios web que se usan para abastecer el negocio?
"La digitalización del proceso de abastecimiento debe convertirse en un sustituto de la forma tradicional, para lo que el sitio o app debe asegurar que se mantenga la exactitud entre lo que se ve y lo que se obtiene. Esto favorece la transición al uso de medios de pago digitales, para lo cual es esencial que no haya diferencias entre lo que se compró y lo que se recibe finalmente, minimizando ajustes de pagos o devoluciones", plantea Marcelo Acosta, gerente comercial de Pago Fácil.
Por su parte, Carlos Raggio, gerente de Club Almacén, acota que en este tema "es muy importante el factor confianza en el proveedor que atiende a través de internet. Si existe la oportunidad de comprar a través de una app o una página web del mismo proveedor que siempre me ha entregado los productos, sin duda que existe una mayor confianza y hay que aprovechar la oportunidad para dar un paso en ese sentido".
También acota que el almacenero "debe comprobar que existen canales de comunicación expedita por con el proveedor por teléfono, WhatsApp o correo, y generar contacto con personas concretas que puedan resolver sus problemas".
Sin fallas
Uno de los temas que siempre preocupan al almacenero es la llamada "falla de la última milla", o sea que por uno u otro motivo el pedido no llega a la hora o el día convenido.
"Sin necesidad de meternos en sistemas logísticos automatizados o algoritmos avanzados para optimización de rutas, medidas como el permitir ventanas concretas de tiempo para la entrega, el control del estado de los envíos -que puede ser tan sencillo como comunicación por WhatsApp- e implementar métodos de prueba de entrega, como una firma y/o una foto, allanan el camino en lo referente a no tener sorpresas con la llegada del producto elegido", precisa Acosta.