Juegos dieciocheros siguen divirtiendo a chilenos de todas las edades

El auge de la tecnología, los 'smartphones' y los videojuegos están dejando atrás a las entretenciones del pasado, pero hay algunas que nunca pasan de moda, pues los mayores las mantienen vigentes. Además, en una era donde reina la obsolescencia programada, los materiales de estos juguetes permiten que sigan funcionando sin problemas durante décadas.

Los mejores partidos de fútbol en taca tacas

La fábrica de taca tacas "Hispano" –que también fabrica el juego de "la rana"– abrió sus puertas en la comuna de Independencia durante 1953, cuando Jaime Orpinas y su padre, mueblistas catalanes, decidieron cambiar su rumbo. "Venían de España y hacían muebles allá, pero con la depresión después de la Guerra Civil se vinieron y empezaron haciendo muebles, aunque después derivaron en los taca tacas", comenta Nury Orpinas, hija de don Jaime, quien se ha hecho cargo del negocio desde que falleció su padre, hace dos años.

"En septiembre, la venta es un aumento considerable. La gente compra mucho 'la rana' y el taca taca. Este último siempre es el juguete estrella, la rana sale sólo para esta fecha, fundamentalmente, y se vende poco en el resto del año, aunque igual sale", comenta la empresaria.

También están los clientes que trabajan con los taca tacas. "Cuando murió mi papá, fue bien emocionante, porque me decían: 'usted no sabe lo que le debo a su papá, fue el único que creyó en mí y me pasó un taca taca para partir, sin conocerme y sin pagarle'. Esa persona después venía todos los meses a abonar, hasta que pagó el taca taca. Y después compró más", cuenta Nury, y añade que "esto es más que lo que se ve. Aquí hay recuerdos, esperanzas, hay muchas cosas".

Trompos y emboques no pasan de moda

En la fábrica "Maderas Rivera", que tiene más de 50 años de vida, son especialistas en juguetes de todo tipo, especialmente trompos, emboques y palitroques. Sus juegos típicos de Fiestas Patrias son muy requeridos, tanto por personas como por empresas. Los emboques y trompos los venden más a agencias publicitarias. Otros juguetes que también rotan bastante son los palitroques, y entre el Día del Niño y la Navidad venden también sus caballos balancines y camiones.

Hernán Rivera, dueño de la empresa, cuenta que "han ido bajando las ventas, por el tema de los celulares y la tecnología que hay ahora, pero igual se sigue vendiendo. Hay gente que los compra para tenerlos de recuerdo". Esa es una de las cosas que les ha permitido seguir y diferenciarse entre tanta competencia (especialmente de productos chinos): "Hay que ver este tema con lo artesanal, donde se hace cada producto uno por uno, ese es el trabajo que vale", finaliza.

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