La importancia de la cadena de sustentabilidad

La acción integradora de los actores que ayudan a reciclar el plástico PET es parte esencial del proceso y ofrece oportunidades de negocio.

Los negocios de barrio son una parte importante en el desarrollo económico de su entorno, sin dudas, ya que satisface necesidades alimenticias de los clientes, entre otras funciones. Dicha actividad, ciertamente, genera impactos tanto en lo ambiental como en lo social, motivo por el cual desde luego tienen un rol importante que cumplir en el camino a la sustentabilidad como punto estratégico.

En ese contexto, y "en cuanto a lo ambiental, estos deben considerar por ejemplo cuánta agua y energía utilizan, qué hacen con los múltiples residuos que generan. ¿Reciclan todo lo que se puede? Un negocio de barrio o un almacén perfectamente podría tener buenas prácticas sustentables en estos aspectos. En lo social, también, pues poseen un rol importante por su carácter de punto de reunión, por lo tanto, están en condiciones de promover el reciclaje", señaló al respecto Óscar Mercado, académico y director del Programa de Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).

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Almacén "Las Paolas"

Seguimos la ruta verde de la cadena colaborativa de sustentabilidad en la comuna de San Bernardo en donde el almacén de barrio es protagonista en cuanto a reciclaje de botellas PET (plásticos desechables de bebida, jugos, etc.) se trata, y bien sabe de ello Johanna San Martín González (47), quien vive hace 22 años en la "Capital del Folclore" y hace 10 es cara visible del almacén "Las Paolas" (Cosme González 176, San Bernardo). Aunque el local es de su cuñada, es ella quien lo administra y día a día atiende a la clientela promoviendo el reciclaje de las botellas PET. "Mi relación con la sustentabilidad del planeta es tratar de mejorar nuestra calidad de vida para nuestros hijos, nietos y animales.

Además, crear conciencia entre mis vecinos, amigos y familiares, aprender a no desperdiciar nada, todo o casi todo puede tener un segundo uso", y agregó que "un día fui a una feria de sustentabilidad que hubo afuera del municipio y pregunté cómo podía yo ayudar en mi barrio con el tema de las botellas plásticas que dejaban en la plaza, ahí del municipio que me dieron el contacto de Carlos Suazo con quien trabajamos hace un tiempo", relató la mujer.

Carlos Suazo: el reciclador de base

Carlos Suazo (34) es otro de los actores principales en esta cadena. Este joven vive en la comuna y es mecánico automotriz de profesión, sin embargo, está volcado completamente a la conciencia medioambiental y hoy es reciclador de base y junto a su familia está dedicado al acopio de este material. " Hace un año y medio estoy haciendo esto en la comuna. Al municipio le gustó mi idea de reciclar y nos autorizaron, ahí me inscribieron como reciclador de base, así que compramos mallas, hacemos unos canastillos que luego instalamos en diferentes puntos de la comuna para que la gente deposite las botellas. Ahora, mi trabajo es recuperar y recolectar esas botellas PET; al mes recolectamos 8 mil kilos", señaló Suazo a La Cuarta Comerciante, quien ha logrado instalar unos 205 puntos de reciclaje en la zona, además.

El material es llevado a un galpón de la calle Condell, dentro de San Bernardo, en donde Carlos y su familia lo seleccionan por color y tipo, además lo comprimen y enfardan en la máquina compactadora. "Un fardo pesa 35 kilos, después estos se llevan a Recipet y más tarde se genera el nuevo producto en Typack", relató el reciclador.

Reutilización del plástico

A la planta de reciclaje Recipet, ubicada en el sector del Parque Industrial de San Bernardo, llegan las botellas donde se separan y trituran, tras un proceso de revisado y selección, en donde se realiza una limpieza por flotación y se separa el PET de otros materiales, como el papel de la etiqueta y el plástico de la tapa. "Las botellas se lavan en frío y en caliente, usando detergentes especiales; se friccionan, estrujan y secan para luego clasificarlas ópticamente para separar el producto en colores y tamaños, eliminando impurezas", detalló Felipe Dutilh, gerente general de Typack-Recipet, actor en la industria del reciclaje y también valorizador del material reciclado como producto final que vuelve al mercado. Luego continúa la ruta en la empresa Typack que transforma el PET reciclado en envases para arándanos, frambuesas, moras, frutillas, uvas y bandejas alveolares para carozos, entre otros empaques tipo clamshells para alimentos. Es toda una cadena colaborativa para entregar un segundo uso al plástico.

Los boliches como puntos de reciclaje

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Toda forma de recolección del plástico es importante en la cadena integradora y colaborativa del reciclaje, y los entrevistados coinciden en que el negocio de barrio puede ayudar mucho en esa labor. "Hogares, almacenes, supermercados, restoranes u otros, pueden contribuir. El almacén podría ser además de un punto importante en la cadena en cuanto a recolección y clasificación, podría cumplir un rol de ejemplo de replicabilidad y estímulo para que las familias y personas se incentiven a reciclar", destacó Felipe Dutilh, gerente gerente de Recipet/Typack, al respecto.

"Desde el almacén es donde parte la persona con el plástico, el almacenero puede ayudar a incentivar al cliente para que traiga su envase PET cuando regrese al almacén, por lo tanto, invitamos a la gente, a los vecinos a tener conciencia y utilizar los nichos de reciclaje de forma adecuada, pues la meta nuestra es seguir creciendo y cumplirle a toda la gente interesada con el canastillo de reciclaje, además de contar con una buena logística para el retiro de material", aseveró Carlos Suazo, por su parte.

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