Ricardo Guerrero, director de Bar Academy, analizó cómo han ido variando los gustos y el arte de preparar los cocteles.
La evolución de los licores avanza rápidamente en el país. El chileno abrió sus opciones para elegir sus tragos: hoy varían según la temperatura, lugar o la situación para compartir. Aparte de las clásicas cervezas, piscos, vinos y ron, nuevos cocteles han ganado terreno en el paladar nacional.
"La piscola y lo demás son clásicos y son el 70% del consumo, pero cuando se habla de innovación y tendencias esto es lo último que se habla en los bares", comentó Ricardo Guerrero, director de Bar Academy Santiago.
"El chileno se ha sofisticado. Esto ayudado por el auge gastronómico. El hecho de que hoy en día exista un interés distinto y una evolución en la cocina ha hecho que somelieres, bartenders y baritstas, que son los que hacen café a nivel profesional, salgan a la luz. El mercado de la gastronomía, con todos sus personajes, se ha sofisticado con el tiempo. Hoy toca ver a un cliente que no solo tiene curiosidad por probar cosas distintas. También quiere preparar cosas para la casa, para los amigos, y en eso ofrecemos productos pensado para ellos", comentó Guerrero, quien lidera la primera escuela de bartenders en Chile, que nació en Valparaíso en 2002, siendo además la única que entrega certificación internacional.
Tragos que ganan terreno
Tragos como el Aperol Spritz o el gin tonic han ganado terreno en los gustos nacionales a la hora de escoger un licor para compartir, donde la sofisticación en las preparaciones ha hecho una innovación en tragos fáciles de preparar, a uno que tiene un valor agregado.
"El consumo del gin es una de las categorías que más ha crecido en el último tiempo. Hace cuatro años, las marcas que existían eran básicamente tres y ahora tenemos 22. La explicación es que el chileno comenzó a viajar más y trajo costumbres de los lugares donde iba. En Europa, sobre todo, es costumbre tomar gin tonic. Tuvo una subida haciendo más complejo algo muy simple, porque esto es una especie de piscola, pero con tónica. Se servía en vaso alto común y corriente, con una medida de gin, con tónico y algún botánico que podía ser rodaja de limón, naranja o lo que sea. Con el tiempo aparecieron marcas premium y con esas pasaron a dejar de lado el vaso alto, a una presentación en copa. El gin tonic fue la categoría de tomar en copa tipo borgoña o tipo globo", ejemplificó.
Pero la evolución arrastra marcas. Porque al gin también le tocó al agua tónica. "El mercado de estas también se ha ampliado con el auge del gin tonic. Llegaron 20 marcas nuevas en los últimos cuatro años. Los gin premium trajeron tónicas especiales, dejando de lado las clásicas que conocemos. Hay ocho tipos de tónica, cada una con distintos tipos de ingredientes que hacen que se destaquen distintas características del gin, que en su receta básica es un destilado con tónica y perfumado con botánicos, eso es el gin tónica", cerró.
La innovación
Sin duda que el Drambuie Collins es el cóctel del momento. Así lo comentó la bartender Nadin Elías, señalando que "llegó hace poco a Chile, se lanzó en 2017 en Londres. Es un cóctel refrescante, está hecho con Drambuie, que es un licor de whisky escoces, que tiene notas de miel, anís y otras cosas de una receta secreta. Lleva limón, menta para decorar y un poco de agua con gas. Tiene muy poco alcohol. Tuvo muy buena recepción cuando la lanzamos en 'La Coctelera Festival' que se hizo en Chile".
En ese sentido, este nuevo trago "es un cóctel que se toma ideal en una terraza, más que nada un aperitivo, es algo fresco para compartir con amigos. Vino a reemplazar el Aperol Spritz completamente porque es hecho con un producto de calidad, no lleva espumante, tiene 6,7 grados de alcohol que es lo que hoy busca la gente, poca azúcar y poco alcohol. Lo más fuerte la gente lo deja para la noche", sentenció.
La escuela de los cracks de los tragos
La escuela Bar Academy Santiago nació en Valparaíso el 2002. Desde ese entonces, el interés de la gente por aprender profesionalmente la preparación de cocteles ha aumentado, por lo que han ampliado sus cursos para todos. "Nuestro curso dura un mes y medio. Está la opción para quienes están apurados y se van para afuera del país con un intensivo, el que dura dos semanas, una semana de estudio completo, de seis horas cada uno de lunes a sábado, y la segunda semana es un buen plus, porque le damos una práctica en alguno de los mejores bares de Santiago", explicó Ricardo Guerrero, director de la escuela.
En cuanto a los costos, Guerrero explica que "alguien que quiere estudiar para ser bartender profesional, si pasa los cursos para su certificación y su diploma, invierte cerca de 400 mil pesos. ¿Cuál es el plus? Es una de las carreras que esa inversión el primer mes o el mes y medio es retribuida trabajando en un bar", explica el director.
En cuanto a las características de los estudios, el Bar Academy Santiago es "la única que entrega certificación internacional. Somos la escuela con más tradición, donde también hacemos talleres destilación y master en mixología. Además, tenemos todas las semanas Master Class, donde se llena de alumnos que vienen con algún experto en alguna materia", cerró.