Pueden ser parecidas, pero las propiedades nutricionales son distintas a las del tradicional lácteo.
El primer alimento que consumimos y que nos entrega los nutrientes para afirmar nuestra primera etapa de vida es la leche. Sin embargo, al terminar la etapa de lactancia materna, se tiende a iniciar casi de inmediato el consumo de leche de origen animal -de la vaca-.
Debido a su gran consumo, es un producto infaltable en los almacenes y una vez envasado, debe contar con cuidados mínimos que impliquen que el lugar de almacenaje esté fresco y seco, sin necesidad de tener que guardar en un refrigerador.
No obstante, una vez abierto el recipiente, la leche al estar en contacto con el ambiente tiene un plazo menor a cinco días para ser consumida, dado su alto nivel de oxidación.
Otro de los cuidados que debe tener con la leche, es evitar confundirla con otros productos derivados que no cumplen con las mismas propiedades nutricionales. Es por esto que le presentamos algunos subproductos de forma detallada para que oriente a sus clientes más sanos:
1. Las llamadas bebidas
Con el paso de los años, algunos niños tienden a rechazar la leche de vaca, por lo que los padres buscan distintas opciones como productos con saborizantes para fomentar su consumo, sin percatarse que están comprando una bebida láctea, y no leche como tal.
"Las bebidas lácteas son un subproducto que normalmente tienen menor aporte de proteínas, por lo tanto, la recomendación es que consuman leche y no estas bebidas que tienen mayor contenido de saborizantes y azúcares", comentó Paolo Castro, presidente del Colegio de Nutricionistas.
2. Bebidas vegetales
Otra de las creaciones para imitar a este producto va de la mano con el incremento de la alimentación vegana. Suele ser mencionada como la "leche de soja", la cual se transforma en una alternativa para quienes evitan consumir productos con derivación animal. Pero este término para las bebidas vegetales es incorrecto, ya que la leche es exclusiva para el lácteo y producida por un animal.
"Las bebidas vegetales no son leche. La leche es la ordeña de un animal. Las diferencias nutricionales tienen que ver con el valor biológico de las proteínas aportadas, el contenido de calcio en algunos casos y las diferencias de grasas, la leche tiene grasas lácteas y las otras no", agregó Castro.
3. Leches sin lactosa
El consumo de la leche se puede ver dificultado cuando se detecta intolerancia a la lactosa que provoca distintos malestares intestinales por la dificultad que tiene el organismo al absorber este alimento. Es por esto que se elaboró la leche sin lactosa, para aquellos que padecen estos síntomas.
"La lactosa es el azúcar de la leche, es un carbohidrato, por lo que no debería causar una mayor diferencia en el consumidor si es que este no es intolerante. No tiene sentido hacer el cambio a la leche sin lactosa", indicó el experto en recomendación a aquellos consumidores sin intolerancia que eligen estos productos de forma permanente.