Las hortalizas de Marcela son las delicias de la Región de Los Ríos

Agricultora cultiva una amplia gama de productos, los que ofrece en distintos locales de Frutillar, Futrono y Paillaco. Ahora busca llegar a un conocido supermercado.

Introducir las manos en la tierra, reconocer las semillas más sanas y acompañar el proceso del nacimiento de un brote hasta que se convierte en una apetecible hortaliza es un trabajo que solo algunos apasionados por los cultivos pueden apreciar.

Eso es lo que define la vida de Marcela Neguiman Castillo (36), quien con toda la paciencia que le ha enseñado la naturaleza, se dedica a la producción de cilantro, perejil, ciboullete, espinacas, acelgas, habas, porotos y zanahorias, en su predio ubicado en el sector El Salto, en la comuna de Los Lagos, Región de Los Ríos.

La historia de esta agricultora es especial. Ingresó en 2009 al Programa de Desarrollo Local (Prodesal) y su primer invernadero lo construyó con recursos propios a un costado de la casa de sus padres. Luego de un proceso de ensayo y error logró instalar otros dos invernaderos con apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap). Así Marcela pudo ampliar su volumen de producción, y hoy cuenta con una última infraestructura, la que dedicó al cultivo del cilantro.

"Trabajar con hortalizas me llena completamente. Puedo estar todo el día trabajando en mis invernaderos. Es algo que me gusta y me hace feliz. Me siento orgullosa de decir que soy: una hortalicera. Por eso también agradezco el permanente apoyo de mis padres, que me han permitido hacer lo que me apasiona", dijo la agricultora, quien vende sus productos en fruterías de Frutillar, Futrono y Paillaco y además es madre de dos hijos: Matías (15) y Cristián (7).

Desafíos del futuro

Marcela tiene muy claro su norte: quiere transformarse en una proveedora de las empresas "concesionarias de Junaeb, y pronto ingresaré al convenio que INDAP tiene con la cadena de supermercados Unimarc, para abastecerlos con mis hortalizas".

Dentro de las claves de su éxito, la emprendedora destaca que en gran medida, todo es fruto de la responsabilidad, la capacitación continua y el cariño que le pone a su trabajo. "Por ejemplo, rotar los cultivos me permite aprovechar la tierra más que los productores que siembran solo una vez al año.

Además, me preocupo siempre de producir hortalizas lindas y de buena calidad, para que sean apetecidas por los clientes".

Por último, reconoció que su estadía en el programa de Servicio de Asesoría Técnica (SAT) de Hortalizas, donde lleva dos años, es uno de los factores de los buenos resultados en su producción. "Aprendí a reconocer semillas y enfermedades en mis invernaderos. El apoyo de Indap ha sido muy importante, porque crecer solo cuesta muchísimo. En las capacitaciones que hacemos uno siempre aprende algo (…) Soy muy responsable con el manejo de mis cultivos, porque son mis propios hijos los que consumen todo lo que produzco", sentenció la agricultora, quien maneja en su predio las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), herramienta que garantiza a los consumidores que sus productos han sido manejados de forma adecuada.

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