Su bajo contenido en grasas y su aporte calórico y en fibra, hacen de estos productos un ideal para afrontar el invierno.
Desde un punto de vista histórico y cultural, las legumbres han estado presentes en la gastronomía chilena y en todas las cocinas de nuestro país, ya que son parte de nuestra identidad culinaria desde hace cientos de años.
Cualquiera de ellas, "sean lentejas, arvejas, porotos y garbanzos, a pesar de que requieren una inversión de tiempo mayor de cocción que otros alimentos, son las legumbres más consumidas por los chilenos y, por lo tanto, su presencia en almacenes y otros canales de distribución es importante, no sólo porque se trata de un alimento saludable, sino también por su precio asequible y porque de un paquete se puede obtener varias porciones", señaló al respecto Daniela Monti, jefa de carrera Publicidad, AIEP Providencia.
Para combatir el frío
Sus beneficios para la salud son muchos, fortaleza que siempre será un argumento de venta favorable, en términos de marketing, gracias a su bajo contenido en grasas y ser una buena fuente de fibra. Y es que, además, esta época del año le viene como anillo al dedo para el consumo de legumbres durante estos días de invierno, debido a que estas "cobran mayor importancia en esta temporada, ya que comúnmente se lo asocia a un producto calórico. Asimismo, y en lo que respecta a los diferentes tipos de preparación, se relacionan comúnmente a guisos calientes, cremas y sopas, por lo que son un aliado ideal para combatir el frío, sumado a que en muchas ocasiones las legumbres se acompañan con porciones pequeñas de carne, arroz, papas u otros vegetales", señaló Monti.
Variedades y formatos
Dentro de los tipos de legumbres existentes y orientados para el Canal Tradicional, estos coinciden con los más consumidos por los chilenos, siendo las lentejas, garbanzos, porotos y arvejas los preferidos, a ojos de la especialista. Junto con ello se ha ampliado la diversidad de medidas, colores, marcas y formatos, un plus para desarrollar una oferta más atractiva a la hora de elegir. "Hoy se han ido sumando al mercado diversas variedades y formatos para este tipo de alimentos. Poco a poco han proliferado legumbres con una amplia gama de packagings y marcas que han extendido su línea de productos. A los clásicos envases de medio y un kilo, se suman legumbres en caja, listas para servir y con porciones justas, lo que se adecua a este acelerado ritmo de vida, que muchas veces impide que se destine demasiado tiempo a la preparación. También se han ido incorporando legumbres rojas (lentejas y porotos), garbanzos (con y sin piel) y lentejas amarillas. Por último, esta diversidad también se extiende a la categoría de productos congelados y enlatados", detalló Monti.
Preocupa consumo a la baja
La experta explicó, por otro lado, que el panorama no es muy auspicioso en cuanto al consumo de las legumbres en general.
"Según estudios realizados por la ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias), en la última década ha disminuido un 2,3% el consumo de legumbres en nuestro país, siendo el poroto y la arveja los que más han sufrido la baja. El garbanzo y la lenteja muestran un leve incremento en el mismo período", lamentó Monti enfatizando que el fenómeno se debe al cambio en el estilo de vida de los chilenos y al poco tiempo que destinan a la cocina, pues "hoy reinan los alimentos procesados e instantáneos, es la era del 'listo para servir': comidas al paso y de bajo aporte nutricional que contribuyen a un aumento considerable en problemas de salud y enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, diabetes e hipertensión", agregó.
Estrategias de ventas
1. Primero que todo, hacer foco en la visibilidad del producto, especialmente en la exhibición.
2. Aprovechar el hecho de que poco a poco están volviendo los alimentos "a granel", lo cual genera una gran oportunidad para las legumbres, ya que son durables y fáciles de almacenar.
3. Volver a posicionar las legumbres en la mente del consumidor como una opción rica y nutritiva. Esto va de la mano con un mercado creciente de productos veganos y sin gluten, lo que sería una oportunidad para que éstas vuelvan a ser una alternativa saludable a la hora de cocinar.
4. Por último, incorporar los nuevos productos y formatos disponibles en el mercado, para ampliar la variedad y adecuarse a los nuevos estilos de vida de los chilenos, pero de una manera sana.