Corfo, Sercotec y Fosis poseen varios programas de ese tipo, a los que se suman opciones como Factoring, Leasing o el Crowdfunding.
Aunque el microempresario descarte las opciones de financiamiento mediante la incorporación de un socio o los diversos tipos de préstamos, posee de todas maneras otras alternativas tanto estatales como privadas para obtener el dinero que necesita.
En el primer caso, existen programas de ayuda, como los fondos concursables de Corfo, a los que pueden postular aquellas pymes que cumplan con los requisitos. De hecho, actualmente están abiertas las postulaciones para el programa "Crédito Corfo Mipyme", que amplía la oferta de financiamiento a través de los denominados Intermediarios Financieros No Bancarios, ya sea a través de un crédito, leasing o factoring. Tiene también fondos concursables exclusivos para incubadoras de negocios.
Por su parte, el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) dispone de programas de ayuda financiera destinados a pymes que están comenzando en el mercado.
Además, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosos) apoya con dinero a quienes están empezando a través de sus programas "Yo Emprendo", así como el denominado "Acceso al Micro financiamiento" para postular a créditos productivos en diversas instituciones de microfinanzas.
Por otra parte, las tres entidades, cada una con sus propias características y requisitos, trabajan con los denominados "Capital Semilla" para apoyar el nacimiento y la consolidación de pymes.
Privados
En el ámbito privado, en tanto, también hay distintas opciones para que el empresario gestione nuevos recursos financieros para su pyme.
Una de ellas es el Factoring, que es una herramienta financiera mediante la cual se ceden las facturas de la pyme a una empresa de dedicada a ello y a cambio recibe una liquidez inmediata, sin tener que esperar 2 o 3 meses. Hay varias empresas de este tipo en el mercado local.
También está el Leasing, mediante el cual una institución financiera adquiere el bien que seleccionó previamente el empresario y se lo arrienda a éste por un monto determinado, incluyendo la opción de compra del bien.
El Crowfunding es un tipo de financiamiento participativo que funciona a través de plataformas digitales, las que conectan a las pymes que necesitan financiamiento con financistas que desean invertir su dinero, en algunas ocasiones de manera altruista y en otra a cambio de alguna recompensa económica.
Además está el Crowdlending, que también utiliza plataformas digitales, pero a diferencia del anterior aquí quienes aportan dinero esperan obtener una rentabilidad tras su inversión.
Y el Capital de Riesgo responde a aportes de recursos por parte de fondos o sociedades a pymes o emprendimientos que están naciendo. Existen diversos clases de esta herramienta financiera, pero en todos el aporte se hace de manera temporal.
Una de las opciones menos conocidas es la denominada Capitales Ángeles, que son individuos que apoyan emprendimientos o pymes recién formadas, ya sea de manera personal o a través de las denominadas redes de inversionistas.
Ventajas y desventajas de las opciones
Patricia Esparza, académica de la Facultad de Ingeniería y Negocios de Universidad de Las Américas (UDLA), detalló cuáles son las ventajas y desventajas de las distintas opciones de financiamiento.
Factoring: acelera el flujo de entrada de ingresos, pero tiene costos de acuerdo al riesgo de la cartera.
Leasing: es caro, pero evita que se realice inversión de activos productivos de una sola vez, dado que las cuotas se pagan en ciertos plazos fijados, pudiendo además optar por el lease-back con los activos propios o agregar cláusulas de opción de compra.
Plataformas de financiamiento participativo, como crowdfunding u otras: dependerá de las condiciones que los aportadores requieran y los términos de cada financiamiento. No todas las empresas pueden postular a este financiamiento, ya que los potenciales aportadores podrían tener un sesgo a financiar empresas iniciantes o de cierto sector productivo.
Capital de riesgo: es una alternativa que requiere que las empresas estén dispuestas a compartir la gestión durante un tiempo, adquiriendo un compromiso de desempeño en un plazo. Es ventajoso para empresas que tienen claro su proyecto, sus fortalezas y debilidades.