Cámaras instaladas estratégicamente y una buena iluminación son factores claves para combatir los robos hormiga y hurtos.
Junto a la ardua tarea de sobrevivir a una nueva cuarentena en gran parte del país, son demasiados los comerciantes y almaceneros que deben destinar recursos para incrementar la seguridad a raíz del aumento de robos hormiga y hurtos en los locales. Aquello, además del riesgo permanente de que los amigos de lo ajeno aprovechen el toque de queda para entrar de noche al negocio.
Por ello es tan relevante que el comerciante invierta tanto en elementos disuasorios, como una alarma y un cartel que avise de su existencia, además de los probatorios si se produce un delito, que consisten por ejemplo en la grabación con cámaras de video al interior y exterior del establecimiento.
Y precisamente esta última herramienta, la llamada televigilancia, es una tendencia que va en alza porque se presenta en una amplísima gama de precios y se adecua a todos los bolsillos.
Cámaras de seguridad
"Muchas aplicaciones permiten en la actualidad la visión a distancia de las cámaras en directo. Sin embargo, al tratarse de un negocio lo más recomendable es contratar empresas de seguridad con prestigio en el rubro", plantea Miguel Castillo, académico de la Escuela de Informática de la Universidad Bernardo O'Higgins.
Según el docente, en caso de que no se cuente con el presupuesto para contratar a especialistas, lo mínimo con que debería contar un almacén para tener una efectiva vigilancia al interior del local consiste en "cámaras de seguridad apoyadas con un sistemas de grabación protegidos. Para ello el monitor que muestra lo que registran las cámaras debería estar en otra habitación, ojalá alejada y protegida del acceso desde el punto de venta". Pero también deberían ser cámaras a las que se tenga acceso remoto en cualquier momento a través del smartphone, y complementadas con sensores y alarmas que avisen la presencia de algún extraño en el recinto.
Y parte importante para que la televigilancia surta efecto tiene que ver con contar "con una buena iluminación tanto natural como artificial dentro del local, pero también en las afueras para que funcione toda la noche", según acota el asesor en seguridad David Rozowski.
Sin puntos ciegos
Desde esa misma perspectiva, el experto llama a instalar cámaras en lugares visibles y alertar a los clientes con carteles de la existencia de estas medidas de seguridad y otras, como alarmas sonoras y silenciosas.
Pero también es importante que no se produzcan los llamados "puntos ciegos", por lo que junto con instalar las cámaras hay que adecuar el espacio y la ubicación de los productos para que la visibilidad a través de las cámaras sea completa, agrega el perito.
Todo lo anterior, según precisa el docente de la UBO, Miguel Castillo, complementado con "alarmas anti robo y un buen contacto con los vecinos y las empresas cercanas. Y siempre en coordinación con los organismos oficiales de seguridad, que realizan la vigilancia periódica en el sector, llevan las estadísticas de los delitos, y prestan asesorías legales en el seguimiento de los eventos".