Su consumo crece durante el invierno, pero también hay otras razones que justifican dedicarles un espacio destacado en el negocio.
Al menos tres son los factores que inciden en el incremento que se registra en el consumo de legumbres en Chile y que justifican incorporar estos alimentos a la oferta del almacén de barrio a sus clientes.
Por una parte, en invierno "se suelen preparar más platos calientes que en verano, y ahí entran las legumbres en gloria y majestad", plantea Rodrigo Castillo, docente de DUOC UC, sede Maipú.
Pero además se suma el encierro en que muchos viven por culpa del Covid-19, lo que "hace que el consumo de este tipo de alimentos aumente. De hecho, en España, el consumo de legumbres aumentó un 335% producto de las cuarentenas", detalla.
En tanto, la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas (UDLA), Evelyn Sánchez, precisa que "la pandemia ha ocasionado modificaciones en diversos ámbitos, entre estos los hábitos alimentarios y el abastecimiento. En este contexto, el consumo de legumbres brinda una serie de beneficios nutricionales y prácticos, ya que, por ejemplo, los métodos de conservación son sencillos y no se requiere refrigeración para almacenarlas".
"Asimismo, el aporte nutricional y contenido de fibra contribuyen a la saciedad, un efecto muy relevante considerando el aumento en el apetito y la ansiedad debido al confinamiento", complementa.
Reemplazo
Otro antecedente en favor de estos alimentos son los cerca de 1,5 millones de chilenos que declaran no consumir carne y que hallan en las legumbres una excelente fuente de proteínas y otros nutrientes.
"Las legumbres, por su aporte nutricional y beneficios mencionados, son recomendadas como reemplazo de las carnes tanto en las guías alimentarias nacionales como internacionales, considerándose un alimento fundamental en la dieta, transversal a todo grupo etario. En efecto, las recomendaciones chilenas establecen su consumo mínimo dos veces a la semana en reemplazo de las carnes", señala Evelyn Sánchez.