Cada compatriota consume en promedio 16 kilos de estos productos al año, y las populares salchichas son las más demandadas en los almacenes del país.
Las vienesas son, por lejos, el embutido más consumido en Chile, donde su producción supera el 30% del total de cecinas elaboradas en el país. Y, sin duda, con la crisis social y económica derivada de la pandemia su venta aumentó notoriamente, sobre todo debido a su costo accesible para los sectores más vulnerables.
De hecho, hasta junio pasado su venta por autoservicio representaba "el 36% de la facturación y el 23% de la facturación total de cecinas en lo que va del año", según precisó la empresa de investigación de mercado Nielsen.
No solamente se trata de un alimento que es fuente de importante proteínas, hierro y fósforo, si no que también es parte esencial de uno de los sánguches más consumidos en todo el mundo: el hot dog.
Por todo lo anterior es indudable que la popular salchicha es un producto que no puede faltar en ningún negocio de barrio, porque además mantienen un consumo estable por parte de los chilenos.
Otros clásicos infaltables
En promedio, cada chileno consume 16 kilos de cecinas y embutidos al año y según informó la Asociación Nacional de Industriales de Cecinas con datos proporcionados por el INE, en 2018 se produjeron más de 288 mil toneladas de estos productos en el país.
Lo anterior evidencia que la vienesa no es el único producto de este tipo que tiene gran salida en el almacén, porque entre las más consumidas existen también otras alternativas económicas y sabrosas, como la mortadela o jamonada, así como el salchichón, que tienen gran demanda. A estos productos hay que sumar diversas opciones de jamón, salame y cervecero.
Y a la hora de preparar el almuerzo se agregan diversas alternativas para que el almacenero les ofrezca a los clientes, como longanizas, prietas o chorizos.
Definiciones
"Las cecinas han sido definidas por el reglamento sanitario de los alimentos (RSA) como aquellos productos crudos o cocidos elaborados en base de carne y grasa de vacuno o cerdo, a los que se les puede adicionar o no aditivos, condimentos, especias y agua. Además, son sometidas a procesos tales como salado, maduración, curación, ahumado y finalmente su presentación puede ser entera, envasada o embutida. Se consideren como cecinas al jamón, mortadela, pechuga de pavo cocida o ahumada, y al jamón serrano, entre otros", explica Daniela Gómez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas.
Y a continuación detalla que "los embutidos son cecinas que se introducen en tripas naturales, artificiales y/o sintéticas. En esta clasificación encontramos vienesas, chorizo, choricillo, longaniza, prieta, etc".