Solamente son tres etapas para poder construir un tabique de calidad y económico. Columna escrita por Alejandro Galaz Catalán, docente de la Escuela de Construcción de Duoc UC, sede Maipú.
Si buscamos separar ambientes en nuestro hogar, oficina, sala o sencillamente tenemos un espacio amplio que queremos subdividir sin el uso de una obra gruesa que involucre cemento y enfierradura, una gran idea es la construcción de un tabique o estructura liviana.
Existen distintos tipos de tabiquería, y su uso va a depender para el fin que buscamos separar los ambientes. Por ejemplo, en oficinas usualmente se utiliza tabiquería vidriada, la cual se fija en base de estructura metálicas en la parte inferior y superior. Este tipo de tabiquería nos entrega una mayor elegancia en la separación de los espacios.
Cuando hablamos de estructura liviana, nos referimos algo simple de construir. Hay que mencionar que estas se subdividen en 3 partidas: estructura resistente, recubrimiento y revestimiento.
La estructura resistente puede ser de estructura metálica o de madera, y cumple la función principal de dar forma y sostener el recubrimiento que queremos instalar. Se fija en una base hacia la losa y hacia el cielo. Si bien esta estructura es rectangular, es importante dejar diagonales entre el entramado que nos permitan dejar alguna figura triangular.
Una vez que ya tengamos la estructura resistente montada debemos pasar a recubrir, pero antes de tapar por ambos lados debemos considerar dos puntos muy importantes: uno de ellos es dejar todas las instalaciones eléctricas y de agua dentro del tabique, mientras que también debemos aislar térmica y acústicamente, instalaciones que deben ejecutarse antes de la etapa de revestimiento.
Recubrimiento
Luego de esto pasamos a la etapa de recubrimiento, lo que se puede hacer con planchas de fibrocemento o yeso cartón. Cabe destacar que las planchas que ocuparemos deben ser acorde al sector que se hará el tabique: si lo hacemos en zonas húmedas y consideramos plancha yeso cartón, debemos considerar planchas RH, es decir, con resistencia a la humedad.
Si las planchas dan a sectores de altas temperaturas, como cocinas o casinos, debemos considerar planchas RF, o sea con resistencia al fuego. Ambas planchas mencionadas son de colores distintos a la plancha estándar, que es de color blanco.
La última etapa del proceso tiene que ver con el revestimiento. Al ya tener la tabiquería cerrada por ambos lados, se procede a realizar el enlucido y sellos entre planchas, y de esta forma mimetizar las uniones. Una vez lista, se reviste con algún tipo de pintura, cerámica de muro, azulejo o papel mural.