Conocido por andar siempre con la sonrisa a flor de piel, Roque Orellana contagia buena energía entre sus colegas.
Al preguntar en la obra "Recreo 250" sobre el maestro con más historias en la construcción, las respuestas son unánimes: "el Roque", o "Coca-Cola", como lo llaman algunos por su preferencia a los productos dulces.
"Anda siempre riendo", comentaron algunos de sus compañeros al referirse a Roque Orellana, carpintero de la empresa inmobiliaria RVC.
Con 20 años de experiencia en una mueblería, en la que empezó a trabajar cuando apenas tenía 16 años, llegó a la constructora hace cinco y desde entonces ha formado una relación cercana con sus colegas. "Nos conocemos hace años, nos trasladamos de obra en obra, conocemos la vida de cada uno, sabemos cuándo uno anda triste, pasamos a ser familia", reconoce Orellana.
Para el carpintero, uno de los aspectos que promueve la buena convivencia es el profesionalismo que cada uno refleja a la hora de construir. "Cada uno sabe lo que tiene que hacer, yo como carpintero sé mi labor, sé lo que tengo que tener, o me pasan el plano y ahí se ve lo que uno tiene que realizar", indicó el constructor.
Uno de los factores importantes en su trabajo es el detallismo, con la visión de cómo las obras se verán terminadas, y la experiencia que tendrán las personas al vivir en sus nuevos hogares: "Empezar de nada, de un hoyo, y después que termine en un edificio. O que la gente esté contenta y les digan: 'qué departamento más bonito', y eso se debe al trabajo de todos".
Pero no todo es trabajo, Roque es conocido por ser protagonista de muchas de las anécdotas de la obra, como cuando entraron a robar al edificio en construcción, y de varias cajas de herramienta, sólo robaron la de él; o cuando tras un accidente de tránsito, solo su vehículo (estacionado fuera de la obra), sufrió daños.
Reconoce que la fe, que es una de sus cualidades más destacadas, lo hace sonreír a pesar de las dificultades que se le presenta y le ayuda a ver el lado positivo de las cosas: "Dios nos pone pruebas y hay que estar fuerte espiritualmente y si es fuerte, puede pasar cualquier adversidad. Si Dios te da la oportunidad de vida, uno tiene que decir: 'no me la diste en vano".