Carlos Aguirre, director de la Escuela de Construcción de UDLA, cree que los trabajos demorarán al menos ocho meses.
La acción concreta de las manifestaciones partió justamente con un llamado de los estudiantes chilenos a evadir el pago del Metro debido a la constante alza del precio del pasaje, lo que provocó que cerraran sus puertas y el posterior estallido social. Esta bola de nieve fue creciendo de tal manera que algunas estaciones de este transporte público fueron incendiadas en muy dudosos hechos que están siendo investigados por la fiscalía, por lo que quedaron completamente inoperativas hasta nuevo aviso.
Según el último reporte de la institución de transporte, la destrucción fue mayúscula: de las 136 estaciones en total, 118 tuvieron algún tipo de destrozo; hubo 25 que fueron incendiadas y siete de ellas están quemadas en su totalidad. Desde la empresa tasaron el monto de daños en unos 380 millones de dólares.
Carlos Aguirre, director de la Escuela de Construcción de Universidad de Las Américas e Investigador del Centro de Producción del Espacio, estudió el conflicto y fue a terreno a constatar los daños, para luego conversar con La Cuarta Constructor.
Al ser consultado sobre el tiempo que demorará la reconstrucción total del tren subterráneo, señaló que "lo que están viendo los distintos personajes es que no será menos de 8 meses ni más de 12, y una cosa es para tratar de dejarlo operativo, otra cosa es reparar para dejarlo como estaba antes o mejor. Lo lógico es que tiene que estar terminado a la brevedad posible, que se apunte a la operatividad, que se elimine la contingencia, y que con eso después vayamos allanando las mejores cosas".
Principales daños
Las estaciones de Metro más afectadas por las llamas fueron aquellas de las líneas 4, 4A y 5, principalmente, porque su estructura está en la superficie. Y más aún porque en algunas hubo destrucción en el sistema eléctrico, algo bastante complejo.
Rubén Alvarado, gerente general de Metro de Santiago, dijo en rueda de prensa que "aún estamos haciendo la evaluación de los pasos. Son sistemas altamente complejos los que se han dañado, y tenemos también las estaciones quemadas, por lo tanto, todavía no tenemos una absoluta claridad de cuál va a ser el plazo. Sin embargo, podemos asegurar, por ejemplo, que en áreas como el sector sur de la Línea 4, estamos hablando de meses y probablemente bordeando años, porque los daños son muy severos".
Para Aguirre no habrá claridad de los daños hasta que exista un catastro, y solo ahí se podrá estudiar qué elementos habrá que conservar, cambiar y renovar dentro de las estaciones y túneles.
"Cuando uno ve las estaciones incendiadas por fuera, las ve arder y las ve mal, pero hay un análisis técnico de qué es lo que habría que cambiar y qué habría que pensar en qué tan dañado está el sistema eléctrico. Hay que sentarse a conversar hasta tener la calma para entender más o menos cómo va el daño", explicó.
A pesar de ello, el experto precisó que "lo que está claro es que hay estaciones que fueron quemadas, otras destrozadas y otras quemadas en sus accesos. Hay todo un aparataje que tiene que ver con las escaleras mecánicas, con las boleterías, con los torniquetes, es decir, con el interior de la estación, que el fuego lo puede haber dañado todo o bien parcialmente".
Llamado a autoridades
Carlos Aguirre reiteró que antes de comenzar con cualquier acción de reconstrucción de Metro de Santiago, debe haber una mesa de diálogo con actores de diferentes sectores sociales, con el fin de poder abrir y poner operativas las estaciones que tengan un daño menor y más fácil de reparar.
"Se debe construir y socializar un plan de contingencia que nos dirá cuál es el escenario más probable de apertura del Metro para tener un servicio básico que nos permita destrabar la ciudad. Y la idea es que, por favor, esto se haga con urgencia y se reúnan los personajes involucrados. Pero si van a hacer un plan, espero que lo comuniquen y que haya participación de los alcaldes, del Ministerio de Transportes, del Metro, de la Intendencia y que le hagan caso, de una vez por todas a los expertos, no a Twitter", sentenció.
