Esteban Orellana relata cómo la disminución de los muebles de madera natural se ha visto impactada por el crecimiento de los productos con materiales aglomerados, los que son cada vez más baratos.
En un lindo recuerdo se han convertido los muebles hechos de madera natural. Es que con los años, y a consecuencia del aumento demográfico, la alta demanda y la explotación de los bosques, provocó que los precios de estos aumentara de forma exponencial.
A todo eso se sumó que los muebles hechos de aglomerados pintados o enchapados para simular a la madera real se han apropiado del mercado, priorizando la economía antes que la calidad.
Antes que todo este fenómeno ocurriera, y cuando aún ejercía su profesión de ingeniero constructor civil, Eduardo Orellana entró al oficio de carpintería casi por casualidad, cuando en la construcción de unas casas en Rapel, dos de los carpinteros con los que trabajaba le enseñaron una máquina router para madera, que facilitó su labor al poder construir las piezas que necesitaba en los proyectos inmobiliarios. Gracias a esto su amor por la madera creció, por lo que se dedicó a este oficio y abrió su propio taller, con personas que trabajaban para él.
En su carrera por el rubro, Orellana vio cómo el diseño de los muebles evolucionó con las necesidades de los compradores. "Cuando la Sony sacó un televisor, que tenía la pantalla plana, pero como con 60 cm de carrocería, hubo que crear repisas con 60 cm de profundidad, y en general se ocupaban 15 o 20 cm para guardar libros", comentó el carpintero.
Pero el cambio más importante, y que poco a poco ha hecho desaparecer a las barracas, fue la disminución de las buenas maderas, lo que generó un alza en los precios. La reducción de estas materias primas se debió principalmente a la explotación incontrolada de árboles nativos, que pusieron en peligro especies como el raulí, alerce, araucarias, entre otras. "Lo que pasaba en Chile con árboles como el alerce, por ejemplo, es que los quemaban, y como tardaban en quemarse, los apagaban cuando estaba dañada la superficie para poder talarlos y usar lo de adentro", afirmó el carpintero.
Reducidos los bosques nativos, se comenzaron a plantar pinos y eucaliptos para convertirlos en aglomerados y utilizarlos como planchas.
Para trabajar con maderas óptimas, Orellana recomienda utilizar con maderas importadas, que por ley deben cumplir con la normativa de tener un determinado grado de humedad máximo, para evitar que esta se doble.
Otro cuidado que recomienda considerar al trabajar con madera natural, es tener precaución con el barniz utilizado para que el producto respire. En Europa han desarrollado fórmulas de barniz que les entregan a los muebles una ventilación adecuada.