Rapidez en el montaje, fácil adaptación en distintas zonas geográficas y el factor económico las convierten en una solución atractiva. Diversifique su oferta laboral y opte por el armado de estas viviendas.
Hace ya unos años que las casas prefabricadas son una alternativa seria para quienes buscan tener un lugar fuera de las grandes ciudades, o en el caso de una segunda vivienda.
Al ser rápidas de instalar y económicas por el hecho de que vienen listas en un set de armado, es una opción viable a considerar, y un campo nuevo de trabajo para los constructores.
Control de calidad
Alejandro Soffia, docente de la Escuela de Arquitectura Universidad de Las Américas, resalta como principal características de este sistema la rapidez del proceso constructivo.
"Están compuestas de pocos componentes, por lo que su armado es más rápido. Estos, además, se unen mediante elementos sencillos, lo que evita faenas en obra, agilizando el proceso de armado. La obra gruesa de una casa prefabricada puede tomar entre dos y 10 días, dependiendo de su tamaño", explica.
La segunda ventaja que resalta Soffia es el control de calidad del proceso constructivo. "Una casa prefabricada puede ser muy parecida a una casa tradicional, salvo que se arma antes en una fábrica. Esto le entrega un mejor ambiente de trabajo, tanto al proceso como a los constructores", resalta.
Para el profesional ambas ventajas inciden en un control de costos que permite llegar a un menor precio.
En cualquier parte del país
Estos sistemas pueden instalarse en cualquier parte del país. "En zonas húmedas como la costa o cerca de humedales, ríos o lagos, se debe tener especial cuidado con la aislación y las terminaciones para proteger la estructura interna de los muros de la corrosión", indica Jorge Escalona, director de Ingeniería en Construcción de Duoc UC, sede Alameda.
"Más allá de eso, se trata de estructuras versátiles que se ajustan bien a todo clima", añade el académico.
Respecto de las propiedades a diferencia de las construcciones tradicionales, Escalona explica que "tienen buen movimiento para adaptarse a sismos. En general, se trata de estructuras compactas, que, incluso con grandes ventanales, permiten el movimiento natural de la casa en sismos", sostiene.