Experto de Duoc UC explicó detalladamente cuáles son los principales elementos para el trabajo en estructuras metálicas, además de las mejores formas para unir un perfil a otro.
Un material que cuenta con una extraordinaria versatilidad, resistencia, trabajabilidad y durabilidad es el acero. Sus capacidades y aleaciones aún se experimentan, pero ya se sabe que cuenta con innumerables usos: puede alzar edificios de gran altura y capacidad, sin embargo, pocos se atreven a elaborar proyectos completos con metal.
¿Qué es una estructura metálica? Se define así a un armazón de metal, fijado mecánicamente o fusionado con calor, que pueda resistir tanto el peso propio como las cargas que se le deseen colocar sobre ella. De esta manera, podemos ver diferentes tipos de estructuras donde se utiliza el acero como galpones y proyectos industriales, por su gran resistencia a las cargas vivas. Aunque no sea el material más económico, se implementa en lugares en que el desempeño de la fuerza se necesita de manera constante.
Dentro de los metales más utilizados están el acero galvanizado, inoxidable, carbono y de aleación.
De los aceros al carbono más utilizados se encuentra el acero macizo estriado para estructuras de hormigón, de diferentes diámetros y cuya denominación según la normativa chilena es, por ejemplo: "A630-420H" donde A: acero al carbono; 630: resistencia a la tracción en MPa; 420: tensión de fluencia en MPa; H: uso en hormigón armado. Con esta nomenclatura se pueden solicitar diferentes tipos según las necesidades del responsable de calcular estas resistencias. El tipo de acero "H" antes mencionado, se puede unir sólo a través de amarres o fijaciones mecánicas, ya que no es soldable. En cambio, un acero tipo "S" si es soldable.
También, en el grupo de los aceros al carbono, podemos encontrar perfiles de acero de todos los tamaños, espesores y tipos, ya sean redondos, cuadrados, o incluso en forma de estrella. Estos aportan rigidez y ligereza a cualquier estructura, por lo que pueden abarcar desde estructuras livianas como protecciones de ventanas, barandas, rejas, portones y pequeñas edificaciones, hasta incluso construcciones más elaboradas como galpones, talleres o cualquier estructura soportante.
Otro material utilizado son los perfiles de acero galvanizado, cuya facilidad de uso puede reemplazar a la madera en la construcción de viviendas de hasta 3 pisos de altura. Este material abarca muros exteriores, tabiquería, techumbres, cielos y pisos. Un dato importante es que este material no es soldable y se une a través de tornillos autoperforantes.
Así se deben unir los perfiles metálicos
Al hablar de estructuras metálicas no podemos olvidar sus uniones, las cuales pueden ser fijas o móviles. Las uniones fijas más empleadas suelen ser la soldadura y los pernos.
La soldadura es un tema que se podría tocar a parte, y es suficiente decir que incluso se puede estudiar una carrera universitaria sobre este tema y que no conviene tomar a la ligera.
El segundo tipo de sujeciones es más flexible y a pesar de contar con una elevada resistencia, cada unión con pernos se debe calcular en diámetro, cantidad y grado para lograr la resistencia adecuada. Las uniones móviles aportan un grado asísmico a la estructura que posibilita el movimiento, evitando el colapso bajo ciertas condiciones de tensión.
Por último, en estructuras de mayor carga se utilizan las vigas IPE, IPN, HE, entre otras. También conocidas como vigas I o doble T. Estas vigas son la solución para cubrir grandes luces, para aplicaciones de envigados, puentes grúa, puentes o cualquier edificación que requiera una resistencia superior.