Experto en estos materiales explicó que la exposición al sílice puede provocar una grave enfermedad si no se toman los resguardos correspondientes. Además indicó cuáles son las últimas tecnologías del mercado.
El simple acto de frotar una lija sobre una superficie para suavizarla o reducirla ya tiene la acción de un abrasivo. Estos productos, indispensables en la maleta de cualquier maestro, son sustancias que actúan sobre otros materiales con diferentes clases de esfuerzo, gracias a su elevada dureza . Por sus características, pueden pulir, alisar, remover impurezas e incluso cortar otros materiales en los que actúa.
"Los abrasivos más comunes que se encuentran en el área de la construcción son los que se relacionan con las áreas de estructuras metálicas, carpinterías y remociones de capas superficiales en distintos usos. Los más conocidos son los distintos tipos de discos de corte con usos en aceros al carbono e inoxidables, aluminio, hierro, piedras, cerámicas, porcelanatos, granito, mármol, ladrillo y hormigón", explicó Emilio Guerra, profesor del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Universidad Federico Santa María (USM) de Viña del Mar.
El peligroso sílice
En todas las áreas de la construcción se debe trabajar con abrasivos, que en mayor o menor medida pueden causar enfermedades silenciosas, pero que llegan a ser mortales si no se toman las medidas de seguridad correspondientes.
"Las enfermedades relacionadas con los trabajos de corte y abrasión se producen a largo plazo. Los componentes como el sílice pueden provocar silicosis, que es la destrucción en forma gradual del pulmón. Otro factor a tomar en cuenta es el material que se está trabajando y sus partículas finas en suspensión, que al ser respiradas pueden ocasionar distintos tipos de enfermedades", sostuvo el profesor.
Para evitar, entre otras, esta poderosa enfermedad, es importante que utilice los elementos de seguridad esenciales para trabajos de corte y abrasión. Es decir, "protección visual para la proyección de partículas, protección respiratoria para el polvo en suspensión que se produce, también protección auditiva, ya que algunas herramientas o maquinarias producen altos niveles de ruido. Guantes y ropa de descarne para evitar el contacto con elementos proyectados, chispas, etcétera. En el caso de los discos de corte, es importante respetar siempre las revoluciones por minuto máximas, ya que si se sobrepasan pueden llevar al colapso del disco y la proyección de este", indicó Guerra.
Novedades del mercado
Según explicó Emilio Guerra, el docente de USM, las novedades del mercado van de la mano de la mezcla de los diversos químicos, los que pueden causar una prolongación en la vida útil de algunos abrasivos y materiales de corte.
"Las nuevas tecnologías se incorporan en la confección de diferentes herramientas y formatos de abrasivos. Se van mezclando distintos materiales para alargar la vida útil de los abrasivos, como por ejemplo, la malla de fibra de vidrio como respaldo en los discos de corte y desbaste. También existen empresas que modifican la forma natural de los granos para obtener un producto de mayor rapidez de corte y abrasión, lo que disminuye los tiempos de trabajo y costos", señaló.
La escala de Mohs es la más utilizada para medir abrasivos
El geólogo y mineralogista alemán Friefrich Mohs estableció una escala en el año 1825 para determinar la dureza de diversos materiales. Para ordenarse, creó una escala en la que estableció varios minerales ordenados según su mayor y menor dureza, empezando por el talco (menos duro: al pasarle la uña queda rayado) y terminando con el diamante (más duro: solamente puede ser rayado por otro diamante).
Eso sí, en 2012 se estableció que existe un material más duro que el diamante: un alótropo de carbono.