Tres expertos en el área analizan y cuentan cuáles son para ellos las equivocaciones que más se cometen en el rubro de la construcción.
Como en todo rubro, en la construcción se cometen errores. En algunos casos, estos no pasan más allá de ser una anécdota o una talla, pero hay casos delicados en los que las pequeñas negligencias pueden convertirse en algo mucho más grave.
La Cuarta Constructor se comunicó con tres experimentados en el rubro para que contaran sus experiencias, y enumeraron cuáles son, para ellos, los condoros más frecuentes en las faenas.
De seguro usted se sentirá identificado con más de alguno de estos puntos, o bien ha sido testigo de estos problemas. Pero el objetivo de esta nota es que sepa las consecuencias y pueda prevenir estas equivocaciones.
El fierro se va abriendo en los pilares
Una de las características en la construcción es la constante presión con la que trabajan los maestros, quienes deben cumplir con los tiempos de su inmobiliaria a toda costa, entregando los proyectos en una fecha específica. En especial son los enfierradores quienes, si cometen un error, no tienen vuelta atrás. Es decir, si un tejido les queda chueco, deben seguir con esa dirección hasta el final.
Así lo explica Sergio Gómez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, y con más de 50 años en el rubro: "Cuando se ponen los muros, se hacen los pilares y se concreta ahí a veces quedan las mallas corridas. Los muros van quedando corridos, pero hay que seguir haciéndolos así mismo para arriba, no se pueden enderezar, si usted lo endereza con un combo se achica la medida del pilar. La única solución en este caso es que el canguero, que es como el bombero de la construcción, quien salva el exceso que queda de fierro en el muro".
Le cortan la "cola" a los contratados
Uno de los errores que tiene sin cuidado a los maestros es el denominado "corte de cola", que tiene como significado un descuento errado de las liquidaciones de los maestros. Si bien no es un error de la construcción como actividad, sí es algo que según Sergio Gómez, afecta a una gran parte de los maestros.
"Este es el error más frecuente que ocurre y pasa a fin de mes. Todos los meses hay errores en la cola de las liquidaciones y siempre se da una justificación. Esto siempre se ha dado y requiere mayor preocupación", denucia Gómez.
Cambian las condiciones de la herramienta
Hay maestros que si les incomoda algún aspecto de su herramienta, lo cambian o simplemente lo sacan para convertir ese implemento.
Herman Leyton señala que "si a un maestro no le gusta el mango del alicate, le saca el mango aislante. De hecho algunos así lo hacen, pero no es algo recomendable. Si después ocupan esa misma herramienta para una actividad eléctrica se vuelve sumamente peligroso". El riesgo en ese caso podría incluso ser la muerte.
Las mentiras sobre las competencias
El país está lleno de frescos, en algunos sectores sociales más que en otros, y la construcción no está exenta de ellos. Por tomar un trabajo en tiempos difíciles, los maestros muchas veces mienten sobre las propias competencias que poseen.
"Los maestros mienten sobre sus propias capacidades en la construcción al decir que pueden hacer esto o lo otro, pero al final no es así. La consecuencia son trabajos que no quedan bien terminados. Cuando recién comencé me pasó que hice un trabajo que yo no sabía hacer, y por el cual tuve que responder después pagándole a otra persona para que lo hiciera. Ahí aprendí que uno o aprende a hacer el trabajo, o debe llamar a alguien que sepa hacerlo", relata Leonardo Pizarro, mejor maestro 2019.
Usar equipos para otras labores
Cuando no se tiene el utensilio correcto a mano, los maestros a veces cometen el error de utilizar lo que tengan cerca para cualquier labor.
Así lo explica Herman Leyton, subdirector económico y de gestión en Duoc UC Melipilla: "Por ejemplo, ocupan el alicate como martillo, o el destornillador como cortante, entonces lo que hace eso es dañar o descalibrar las herramientas y se comienzan a desbastar".
Los mandantes no investigan bien al trabajador
Una persona contrata a un maestro buscando por internet, o llegan a un dato a través del boca a boca. Pero muchas veces la investigación sobre su historial y capacidades puede no ser lo suficientemente profunda.
Leonardo Pizarro, elegido como el mejor maestro de Chile en 2019 por Sodimac, hace especial hincapié en esto, porque "es probable que a veces los maestros no sean tan responsables como la gente cree, muchas veces los colegas puedan dejar la pega botada a mitad de camino al no calcular bien la cantidad de elementos que necesita para ciertas labores. Otro aspecto es a nivel personal, hay que saber que la persona tenga buena intención y que no se meta, por ejemplo con la hija del mandante o la empleada. Existen muchas historias".