Es un trabajo que siempre requiere de técnicos, ya que durante todo el año los inmuebles, ya sean estos oficinas de trabajo o viviendas, necesitan contar con un ambiente climatizado.
El consumo y temperatura, así como la rotulación y etiquetado de la eficiencia de los equipos, son factores a considerar.
Lo sistemas de aire acondicionado son la fórmula más eficaz y cómoda de controlar la temperatura del hogar en los días más calurosos del año. Sin embargo, su consumo eléctrico puede suponer un fuerte incremento en la electricidad.
Es necesario tener en cuenta la economía doméstica a la hora de decidir adquirir uno de estos aparatos, siendo fundamental que tengan la máxima eficiencia energética. Dicha caraterística se muestra en la etiqueta (Más eficiente A, B, C, D, E, F, G, Menos eficiente).
Los equipos que tengan una A, son los más eficientes, porque representan un consumo de energía inferior al 55%.
Espacios para climatizar
- Domésticos: fusionan hasta en 60 metros cuadrados. El uso es ideal en oficinas y casas.
- Comercial: capaces de climatizar desde los 60 a 120 metros cuadrados. Se les encuentra en tiendas comerciales y grandes oficinas. Los equipos pueden ser diversos como split ducto, split piso-suelo o de cassette.
- Industrial: se emplean en superficies sobre los 120 metros cuadrados, tales como supermercados y grandes centros comerciales.
Identificación de eficiencia
Un equipo de aire acondicionado o bomba de calor, normalmente contiene alguna de estas siglas:
- EER: Potencia Frigorífica/Potencia Eléctrica consumida en refrigeración.
- COP: Potencia Calorífica/Potencia eléctrica consumida en calefacción.
Desde hace bastante tiempo todos los equipos de bomba de calor vienen etiquetados con estos dos parámetros (EER y COP). En el caso de que el equipo no tenga función de calefacción, solo indicará el EER.
Estos valores señalan cuántos kW térmicos (frío o calor) entrega el equipo por cada kW eléctrico de consumo.
Actualmente, los equipos de aire acondicionado/bomba de calor de expansión directa suelen ser del tipo Inverter, que permite regular el régimen de giro del compresor para adaptarse a la demanda (de temperatura), los que pueden funcionar, por ejemplo, al 40% sin problemas.
La importancia de lo anterior se debe a que, en el pasado, los valores EER y COP se certificaban con el equipo a toda su potencia, donde muchos fabricantes los manipulan para obtener buenos resultados al funcionar a máxima exigencia, lo que no es real, debido a que estas máquinas no pueden funcionar por un periodo muy largo de tiempo al 100%.
Los equipos de aire acondicionado deben venir etiquetados con su factor de eficiencia energética (SEER) y su coeficiente de rendimiento estacional (SCOP). Estos nuevos términos pretenden ser más realistas adecuando el uso que se le da a la bomba de calor o equipo de aire acondicionado.
El Seasonal Energy Efficiency Rate (Relación de eficiencia energética estacional) es la relación de enfriamiento total de un aire acondicionado y la energía que consume para generar dicho enfriamiento, durante un año de uso. Los especialistas sostienen que a mayor número SEER el equipo tiene mejor desempeño y menor consumo de energía.
La diferencia entre un equipo con tecnología Inverter
El primer equipo puede modular la potencia térmica, por lo tanto el consumo eléctrico también será variable. Esta tecnología permite ahorrar, aproximadamente, entre un 50% y 80% de energía eléctrica.
En tanto, en un equipo convencional, sí consumirá aproximadamente su potencia eléctrica nominal hasta que logre alcanzar la temperatura solicitada. Una vez que lo consigue, el equipo se encenderá y apagará las veces que sea necesario para mantener la temperatura indicada.
Otra de las principales diferencias entre equipos Inverter y los que no lo son, es que la tecnología de regulación de velocidad del compresor de los primeros hace que el consumo de energía al momento del arranque sea mucho menor que en las máquinas de aire acondicionado sin este sistema.