Columna escrita por Sergio Olmos, Constructor Civil y docente de Duoc UC, sede Maipú. En ella describe los diferentes métodos para calentar el agua, dando a conocer sus características, ventajas y desventajas.
Durante los meses nos preocupamos por el bienestar térmico de nuestro hogar, por tanto la necesidad de elegir el mejor sistema de calefacción es de gran relevancia y debemos decidir si seguimos con el mismo sistema del año anterior, o será mejor buscar otro método que nos entregue mejor confort de acuerdo a las necesidades actuales.
Debemos tener en cuenta una serie de consideraciones que se ajusten a la necesidad de nuestro hogar, tales como la zona geográfica en que se ubica el hogar, a qué combustibles se tiene acceso, al tamaño de la vivienda, la materialidad de la construcción, la orientación de la vivienda respecto del sol, al uso que se dará a la vivienda, mantención de los equipos, inversión a realizar y retorno de esta, considerar inversión en instalación de equipos nuevos, entre otros.
Por lo anterior es que, de acuerdo con el tipo de calefacción disponible, debemos analizar las ventajas y desventajas de cada sistema para finalmente optar por la mejor alternativa. A continuación, se entrega una breve descripción de algunos sistemas de calefacción:
Calefacción mediante aire acondicionado
El sistema de aire acondicionado puede generar tanto frío como calor y es ideal para zonas templadas con temperaturas suaves. Este sistema expulsa aire caliente a la temperatura que deseemos.
El sistema de aire acondicionado es ideal si sólo queremos climatizar puntos concretos de la casa y no toda la vivienda. Sin embargo, si la vivienda no es demasiado grande y dispone de espacios abiertos que permiten que el aire circule con facilidad, podría bastar con un solo aparato de aire acondicionado.
Ventajas: alta eficiencia energética. Recomendado en templadas donde la temperatura sea suave. Los equipos compactos no requieren de una gran instalación. Sirve para generar frío y calor. Bajo mantenimiento, y únicamente debemos mantener los filtros del aire limpios.
Inconvenientes: el aire que genera es bastante seco. No recomendable para personas con problemas respiratorios y de mucosa. Dificultad para propagar el calor por toda la casa. No es eficiente en climas muy fríos, ya que pueden formarse capas de hielo y paralizar el sistema.
Radiadores con caldera a gas
Las calderas utilizan el gas natural como combustible para calentar agua, que a la vez puede usarse para la calefacción de la casa y para calentar agua sanitaria. El sistema de calefacción por gas se basa en un circuito de agua que pasa por toda la casa y calienta de forma homogénea toda la vivienda a través de radiadores.
Ventajas: calienta toda la casa por igual. No reseca el ambiente. Se puede usar en viviendas grandes y compartimentados. Es recomendable en climas muy fríos, ya que mantiene bien el calor.
Inconvenientes: Requieren revisiones periódicas por la empresa instaladora, así como una limpieza anual. Si se vive alejado de las grandes ciudades puede haber dificultad en el suministro de gas.
Radiadores con caldera a petróleo
Es un sistema alternativo a las calderas de gas. Estas calderas funcionan con combustible a petróleo y se pueden utilizar tanto para la calefacción de la vivienda como para el agua caliente sanitaria. Tienen gran rendimiento y los bajos costos de instalación, en comparación con las calderas de gas.
Ventajas: no depende del suministro de gas, por lo que se puede instalar en cualquier vivienda. Tienen un gran rendimiento pues calientan con gran velocidad el agua caliente y la zona a climatizar. Tienen menor costo de instalación y mantenimiento. Este tipo de calderas son más duraderas ya que la quema del petróleo beneficia su mantenimiento.
Inconvenientes: el precio del petróleo es más elevado, además, este debe ser comprado, transportado y almacenado en casa. No son tan eficientes como las calderas de gas en el uso de la energía ni en la emisión de gases.
Radiadores con caldera eléctrica
Las calderas eléctricas calientan el agua mediante electricidad, por lo que evitamos cualquier problema de fugas de gas o intoxicaciones por monóxido de carbono. Además, no dependemos de que el suministro llegue a nuestra zona y nos ahorraremos el coste de instalación del gas natural. Al igual que las calderas de gas, las eléctricas sirven tanto para la calefacción como para calentar el agua sanitaria de nuestra vivienda.
Ventajas: se puede instalar en cualquier vivienda y no depende del suministro de gas, o de la compra y almacenamiento de petróleo. Son más seguras, ya que evitamos fugas. No exige instalaciones complicadas ni espacios dedicados a la caldera. Es de bajo mantenimiento.
Inconvenientes: Es de más alto consumo que las calderas de gas, por lo que el costo de la energía es mayor.
Estufas a leña o pellets
Este tipo de estufas tienen un gran poder calorífico y no generan residuos. Por otro lado, necesitamos comprar continuamente la leña o los pellets y debemos disponer de un cierto espacio para almacenarlos.
La biomasa es un combustible renovable procedente de residuos orgánicos y biológicos como las estufas de leña, los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, restos forestales o las conocidas estufas de pellets que utilizan aserrín compactado (pellets).
Ventajas: son más ecológicas que los combustibles fósiles como el gas o el petróleo, y emiten muy poca cantidad de humos. Tienen un alto grado de eficiencia y rendimiento.
Inconvenientes: las estufas de pellets requieren de una limpieza permanente para que la ceniza no obstruya los conductos. La instalación de una estufa de biomasa necesita conectarse a una salida de humos, la compra de una caldera de pellets suele ser superior a las calderas.