Alejandro Galaz, profesional de la Escuela de Construcción de Duoc UC, sede Maipú, explica cómo se crean estos materiales y las sutiles diferencias entre cada uno de sus tipos.
Los perfiles de acero son ocupados frecuentemente en el área de la construcción de obras y estructuras, específicamente en la edificación, dado su capacidad de adaptabilidad y flexibilidad. Los perfiles se crean mediante un proceso de laminación en caliente del acero, un compuesto cuyos elementos principales son hierro y el carbono. Ambos elementos son los que permiten darle la elasticidad y durabilidad.
En nuestro país existen dos formas de poder obtener el acero. Una de estas, y que se está utilizando bastante, es mediante reciclaje. La otra es por medio de la extracción de material de la corteza de la tierra. Estas dos formas de extraer tienen procesos de producción: el primero es mediante reciclaje de acero, que se clasifica por el tipo de material y por su tamaño, por lo consiguiente se extrae la roca viva de material, se procesa mediante una molienda y luego se derrite en altos hornos para producir el acero líquido.
A modo de recomendación, es importante saber muy bien cómo identificar un acero, debido a que sus distintos tipos son muy similares entre sí; solo la habilidad, técnica y práctica podrá ayudarnos para ver cuáles son los distintos procesos de producción. El uso de este material estará definido por la clasificación entre estos:
1. Acero abierto: es aquel que tiene figuras geométricas, y en su forma quedan abiertos los ángulos, pletinas, redondos lisos, cuadrados, entre otros. Todo lo que se describe se conoce como perfiles o perfiles metálicos. Estos son bastantes utilizados en nuestro país, y se ocupan en la industria de la construcción, diseños de estructuras metálicas que se aplican en galpones, centros de distribución y armaduras de casas. Nos permite trabajar de forma más rápida y, teniendo la aprobación del calculista según del perfil a usar, nos ayuda en resistencia sísmica.
2. Elementos cerrados: podemos encontrar los tubos, los que son bastante utilizados en especialidades de la construcción, tales como protección contra incendio y en el rubro de la electricidad. Su forma geométrica nos permite disponer de una perforación dentro del elemento, de forma de poder trasladar otros materiales. Aquí también se destacan tubos cuadrados, que se utilizan bastante en los cierres de casas, el conocido perfil 100x100, rectangulares y redondos. Esta característica nos permite generar un perfil estructural más liviano a la hora de realizar alguna construcción en las distintas áreas que se conocen de la edificación.
Usos frecuentes y tipos
Cada tipo de perfil tiene un uso diferente. Por un lado, tenemos los más comunes y domésticos. Un ejemplo es el chuzo, que se utiliza en obra para realizar perforaciones sobre superficies semiduras. También se pueden perfiles en los cierros de cada casa (rejas), protecciones de ventanas en las que se utiliza una pletina, etcétera. Y si lo llevamos a alguna área más industrial, podemos apreciar vigas metálicas que se utilizan en estructura de galpones.
Si realizamos una comparación de cuál se usa más en ámbito cotidiano entre el perfil abierto o cerrado, los tubos llevan la delantera. Siempre los vemos en los espacios públicos por su uso cívico, por ejemplo a las astas de vaderas (tubular redondo) para las rejas que se disponen en cada uno de nuestros hogares.
Los perfiles tubulares están constituidos por rectangulares, cuadrados y tubos redondos, para usos estructurales o industriales de acuerdo a norma ASTM A-500 y largos estándar de 6 metros. Estos son conformados en frío, soldados eléctricamente por alta frecuencia. Por sus características pueden ser utilizados para fines generales y estructurales.