Jorge Araya, de 18 años, cuenta cómo ha logrado llegar a una de las competencias de soldaduras más importantes de Chile.
A 14 kilómetros al sureste de Iquique, Región de Tarapacá, se encuentra Alto Hospicio, comuna multicultural pero conocida por no tener muchos recursos económicos. Sin embargo, es cuna de grandes talentos de la construcción.
Uno de ellos es Jorge Araya (18), quien aún cursa cuarto medio, pero ya compite de igual a igual con soldadores de todo Chile en las Olimpiadas Worldskills.
"Más que nada, lo que me motivó a ir a la competencia fueron las ganas de salir adelante y medirme contra jóvenes de otras regiones. Ojalá que nuestro colegio pueda recibir apoyos de alguna empresa con máquinas para la educación después de esto", comentó el joven a La Cuarta Constructor.
Las Olimpiadas Worldskills reúnen a decenas de jóvenes de entre 15 y 21 años de edad, con habilidades técnico profesionales, entre las que se encuentran las soldaduras. Estas se hacen a nivel nacional, midiendo la destreza en distintos aspectos.
A pesar de que en la competición hay jóvenes que ya están estudiando en universidades o institutos, Jorge se tiene una fe tremenda para salir ganador.
"Puedo ganar la competencia. Me ha ido muy bien, fueron bien evaluados mis proyectos. Además, estoy estudiando mucho la teoría. Tengo la convicción de que lo hice bien, pero siempre con el respeto a los demás, ya que hay jóvenes hasta de universidades participando", relató.
Para competir, tanto Jorge como su profesor de construcciones metálicas, Rodrigo Bórquez, viajaron hasta el Centro Técnico Indura de Antofagasta para participar de la competencia, lo que significó un gran esfuerzo de parte de ambos.
"Para nosotros es un gran desafío, ya que pertenecemos a la comuna de alto hospicio, un sector vulnerable. Sabemos que hay bastantes colegios que tienen más recursos que nosotros, pero eso no es un impedimento. Jorge es un joven que ha demostrado tener agallas y no se deja intimidar fácilmente", expresó el profesor Bórquez.
Las Olimpiadas Worldskills fueron apoyadas por el Centro Técnico Indura (CETI) con equipamiento y asesoría necesaria. Esta empresa, además, aportó con la capacitación gratuita de aproximadamente 45 jóvenes de la Fundación Worldskills.
Sus objetivos
El estudiante Jorge Araya proviene de un entorno vulnerable. El Colegio Nirvana, donde estudia estructuras metálicas, colinda con una toma del sector de Alto Hospicio. Pero eso no impide que sus metas sean ambiciosas y quiera convertirse en una leyenda en el rubro de la construcción.
"Saliendo de cuarto me voy a especializar, estudiar y hacer unos cursos. Mi meta es llegar a la minería como soldador. Después me gustaría especializarme y retomar otra rama para ser jefe de soldadura en la minería, que es lo que más me apasiona", señaló Araya.
En esa línea, añadió que hace dos años no sabía lo que quería para su vida, hasta que descubrió la soldadura. "Es un orgullo armar cosas con mis propias manos, levantar un estanque desde unos simples fierros", finalizó.