Llamó p' aclarar el quiebre con su Belencita Hidalgo, pero terminó agarrándose firme con Ricarte Soto; hasta la Carla Ochoa salió al baile.
El Negro Piñera ayer hizo un contacto con el Buenos Días a Todos para reconfirmar que la rucia de larga cabellera se mandó cambiar del hogar marital, algo que pa' él es una "pataleta más" en sus 6 años de casado, ya que le da todito lo que a la linda se le antoja.
Cualidades generosas de un marido ideal, ese que cualquier chiquilla amante de las compras desearía, pero que al espiritual Ricarte no le pareció ni en talla.
"A lo mejor tú no has entendido qué es lo que le pasa a ella. A lo mejor necesita más que regalos, viajes y el espacio que tú le das...", le recriminó el opinólogo con mirada desafiante, como esperando ver caer al otro. Con su carcajada habitual, el Negro agarró el guante y salió en su defensa con un "usted sabe mejor que las mujeres no son fáciles...". Ricarte, rápido, tenía listo el contraataque: "A la mía no le dan pataletas".
A esa altura del round jurásico en el programa no sonaban ni los grillos, claro, hasta que el hombre de la boina volvió a tomar la palabra para dejar como fósil al compañero de la Raca.
"Pero es que a usted don Ricarte no le queda otra... Don Ricarte con todo cariño yo lo admiro mucho... Pero usted ya está pedido hace rato". El poemita sacó exclamaciones de sorpresa en el set. Con pica, el comentarista se pegó revancha recordándole que cuando protagonizó el "escándalo" con Carla Ochoa "su hermano no era Presidente y lo buscaban igual (prensa) porque algún motivo había".
