Gracias al San Borja-Arriarán
- ¿Me permite unas palabritas de agradecimiento?
- Por supuesto. No todo va a ser pataleo en la vida.
- Mi nombre es Claudia Meneses y estoy súper satisfecha y feliz por el trato que me dieron en el Hospital San Borja-Arriarán.
- Uy, eso sí es extraño, casi de la Dimensión Desconocida, porque estas últimas semanas se han mandado cada condoro en la atención pública...
- Está bien que se denuncie lo malo, pero también hay que destacar lo bueno. El 9 de enero yo fui sometida a una cesárea en ese centro asistencial.
- ¿Y también fue en un baño?
- No, gracias a Dios. Aunque estaba en sala común, el personal se desvivió para atenderme bien. ¡Me sentía como en una clínica pirula con tantos arrumacos que me hicieron a mí y mi bebito!
- Nos alegramos, porque cada retoño que llega a este mundo merece una bienvenida como el mejor de los reyes, por más humilde que sea su procedencia.
- Yo pienso lo mismo. El asunto es que estuve cinco días en el hospital y sólo debí pagar 24 mil pesos. Póngale ahí que estoy muy agradecida de la matrona Elizabeth y de las enfermeras.
- Vayan nuestros piropos también para esas chiquillas.
¡Te están buscando, Valentín!
- No cuelgue, mire que ando detrás de un primo.
- ¿Cómo se llama el ingrato en cuestión?
- Valentín Daza Gutiérrez. Averiguando por aquí y allá logramos saber que tiene una residencial en Mejillones.
- Y tal vez un amor, como dice la canción... ¿Cuál me dijo que era su nombre?
- No le he dicho. Soy Humberto Ortiz González y me puede llamar al 514-9120.
- Listo. Ojalá que se reencuentren.
Ojo, Pablo Ávalos
- No es por ser copiona, pero yo también ando detrás de alguien.
- ¿Recordando amores pasados?
- No, sólo buscando a una persona.
- Si usted lo dice. ¿Y de quién se trata ?
- De mi cuñado Pablo Antonio Ávalos Bravo, que tiene 45 años. Hace como cuatro calendarios que no lo vemos en casa y todos nos preguntamos qué será de él.
- Como en el tema de Roberto Carlos: Qué será de ti / necesito saber hoy de tu vida / alguien que me cuente sobre tus días...
- Perdón que lo interrumpa, pero deseo agregar que lo han visto entre Curicó y Talca. Como van a vender una casa de su mamá, es súper urgente localizarlo.
- ¿Dónde puede dar señales de que está vivito y coleando?
- En los fonos 9-860-4664 y 564-5234, de su papá Alfonso.
- Estamos. Y que todo resulte cachilupi.
Hogar para tropa de animales
- Soy Carlos Espinoza y deseo contar con una lágrima en la garganta el drama que tengo por culpa de unos vecinos sin corazón.
- ¿Por qué lo dice, amigo?
- Desde hace 30 años que con mi mujer recogemos y ayudamos a perros y gatos abandonados, pero me enteré que se hizo correr una lista para que me deshaga de los animalitos.
- ¿Son muchos?
- Treinta cachupines y 20 mininos. Pero no tienen ni siquiera una pulga y estamos esterilizando a las hembras.
- ¿Y entonces por qué les hacen la cruz?
- De mala gente, nomás. Cuando vienen a botar basura nadie dice nada, pero si anda un perrito en la calle hablan hasta por los codos. Quiero encontrarles un hogar antes que les hagan daño.
- Pucha, qué triste llegar a esto, pero de seguro no faltarán los corazones tiernos y acogedores que los reciban.
- Eso le pido a Dios, porque no merecen sufrir. Y temo que los sacrifiquen si me obligan a sacarlos de mi casa.
- ¡No diga eso! ¿Dónde hay que ir a recoger unos cuantos?
- En la calle Huafo 5767, Conchalí, teléfono 623-8554.
- ¡Cómo nadie se apiadará, si son seres vivos también!