La historia de amor que protagonizan Juan Bautista Pérez (62) y Gloria Bahamondes (66), dos campesinos de Melipilla, es para ponerla en un marco y llorar de la emoción. ¡Snif!
El hombre se levanta toditos los días a las 6 de la mañana para dejar la casa impeque, preparar a su mujer, quien está postrada en una silla de ruedas, subirla a un triciclo y trasladarse juntos desde el Sector El Boyenar hasta el centro de Melipilla.
La distancia entre ambas localidades es de 20 kilómetros y el titán le da como caja al pedaleo para cruzar ese tramo, junto a su mujer, en dos horas y media.
''Nos movemos todos los días para que ella pueda ir al médico. Por ella hago lo que sea”, confiesa el enamorado hombre.
La mujer sufre varios problemas de salud y, para más remate, le diagnosticaron depresión. Por eso, debe ser llevada sagradamente al Hospital San Juan de Dios para recibir atención médica. Para que eso sea realidad, el matrimonio sale a primera hora de la casa y Juan Bautista recién comienza a pedalear de vuelta a su hogar cuando el sol está en retirada.
''Estamos todo el día afuera. Cuando no estamos en el médico, nos vamos a un lugar por ahí a sentarnos, nos comemos unos sánguches y esperamos que baje el calor'', aseguró doña Gloria.
Como debe estar a toda hora para ella, el turrón de amor dejó de trabajar y para parar la olla ocupa las 73 luquitas que recibe de jubilación, más la ayuda que le brindan vecinos del sector.
La muni de Melipilla sigue hace rato el caso de este matrimonio y le prestan toda la ayuda para que la mujer pueda moverse en un bus hasta el hospital en Santiago.
''Es una linda historia de esfuerzo y unión entre ambos. Nos emociona y por eso les brindamos toda la ayuda necesaria para que ella pueda atenderse como corresponde'' sapeó el edil Mario Gebauer.
Y eso no es todo, cabros, porque la muni de Melipilla adelantó que se rajará con una moto eléctrica, acondicionada para que la mujer se pueda trasladar en su silla de ruedas, y así puedan acortar las distancias entre ambas localidades.
''Ahora ese trayecto de dos horas y media será de 15 minutos'' contó Juan Bautista con la cara llena de risa y emoción. ¡Qué bonito!
Amor verdadero
La parejita se conocía de años, pero recién en el 2008 decidieron casarse y no tuvieron hijos, porque según contó doña Gloria, ''a los tres años me dio poliomielitis y sufrí toda mi vida con las secuelas de esta enfermedad''.
Y no es chiste, porque la mujer siempre tuvo problemas para caminar por culpa de la maldita enfermedad y, a sus 45 abriles, las piernas no le dieron más y quedó postrada en una silla de ruedas.
Como su galán estaba enamorado hasta la médula, le secó las lágrimas y prometió acompañarla para toda la vida. Y ese juramento fue puesto a prueba en el año 2012, cuando a la mujer le apareció un tumor del porte de una pelota de fútbol en la pierna y los médicos del Instituto Traumatológico les dijeron que la única manera de salvarle la vida, era amputarle la extremidad derecha.
''Un diagnóstico como ese puede derrumbar a cualquiera, pero no a mí'', le contó el barbón a La Cuarta, pues en ningún momento oculta el amor que siente por su mujer, a quien le profesa a cada rato sus sentimientos con palabras y actos. ¡Aww!
¿Y cómo sería esox?x Tras la operación que le amputó la pierna a doña Gloria, Juan Bautista reconoció que “haberla abandonado era de muy poco hombre” y decidió apañarla en todos los quehaceres de la casa y dejó de trabajar en la construcción para dedicarse a ella las 24 horas. ¡Esa es de macho!