La banda de los "4 Fantásticos", que perdió feo hace dos semanas por cinco choreos a camiones, tiene algo más claro que el vodka: Robar está lejos de ser fácil.
El los últimos meses, el piño comandado desde la cárcel de Puente Alto por los hermanos Kaufhold-Tapia no hizo una "pega" muy limpia antes de caer en las redes de la Brigada de Robos Occidente.
La codicia por agarrar cualquier camión del que tuvieran datos les pasó la cuenta y los llevó a cometer errores que cuestan caro.
Según la investigación liderada por el fiscal antirrobos de la Zona Occidente, Sergio Soto, las operaciones de los "4 Fantásticos" comenzaban con un dato recibido desde el penal.
Luego uno de los hermanos (Marco Alejandro, José Luis, Jhony Ángel) o Danilo Leyton Palma entregaban la información clasificada a una de las esposas vía celular y las mujeres armaban un grupo de trabajo para llevar a cabo la misión.
Según la investigación, fuera de la cana la llevaban las hermanas Jenny y Eva Kaufhold Tapia, que organizaban los golpes con sus cuñadas Raquel Escalona y Úrzula González.
Cuando los objetivos eran electrodomésticos o droga, la cosa era fácil. La carga se vendía completa y en pocas horas no quedaban rastros. No ocurría lo mismo con los alimentos perecibles y las chalas.
CARNE
El primer atado que debieron enfrentar fue un problema logístico: Hacer desaparecer en pocas horas una carga completa de cajas de carne robada desde la tienda "Todo Carnes", en San Joaquín, la madrugada del 18 de enero pasado.
Según la fiscalía, tras desconectar la alarma y romper los candados, el grupo cargó dos autos con bandejas de vacuno, cerdo y pollo, pese a que iban por una caja fuerte. Toda la carne fue avaluada en 45 palos.
Lo que no tuvieron en cuenta fue que el calor de enero descompondría rápido la carne. Y no tenían frigoríficos para mantenerla fondeada. En vez de regalarla, desecharon gran parte del botín. "Tuvimos que botarla, se pudrió, no teníamos dónde dejarla", se excusó una de las mujeres de la banda.
El otro error fue más infantil. El 8 de enero pasado robaron un cargamento de chalas y calcetines rosados de una bodega de Cerrillos.
No se sabe por qué razón, pero los clientes, deseosos de comprar la carga a mitad de precio y de paso ahorrar impuestos, no se llevaron toda la carga. Las cajas de chalas quedaron apiladas en las casas de los rateros. Nunca las escondieron ni las vendieron.
La banda perdió feo por el miedo a la "mano dura" que promete Sebastián Piñera en su gobierno. La PDI les pinchó los celulares y descubrió que habían apurado al menos cuatro delitos para las próximas semanas.
Con estos antededentes, la PDI realizó allanamientos simultáneos en siete comunas, donde encontraron cientos de cajas con chalas, lo que los involucró de inmediato con el robo anterior. También pillaron bolsas con pares de calcetines rosados, latas de diluyentes, teles, bandejas de carne vacías y hasta árboles de pascua.
El fiscal Sergio Soto formalizó a la banda por cuatro delitos, pero a raíz de las pruebas encontradas, serían al menos tres más.
Los tres hermanos Kaufhold y Danilo Leyton, que están detenidos por los mismos delitos, arriesgan más de 40 años tras las rejas.