50 mil almas quedaron p' adentro con desfile de máquinas militares

Como ya es tradición, la Parada Militar no tuvo pifias y la barra pop  que asistió a la elipse del Parque O'Higgins aplaudió emocionada la marcha de los uniformados del Bicentenario.

Las cerca de 50 mil almas que repletaron el parque quedaron boquiabiertas con la presentación de los 7.545 guardianes de La Patria, entre efectivos de las Fuerzas Armadas y Carabineros.

Una de las novedades del evento se produjo con el inédito discurso inaugural del Presidente Sebastián Piñera, lo que provocó algunas críticas de la Concerta por lo que consideraron como un excesivo protagonismo, ya que nunca antes un Mandatario había verseado en la Parada.

A diferencia de desfiles anteriores, donde la austeridad era la norma, en este cumple se tiró toda la carne a la parrilla y durante las tres horas y media de actividad se deslumbró al respetable con las últimas joyitas militares, como los tanques Leopard 2, los helicópteros Cougar y otras máquinas que dan susto de puro mirarlas.

Otra de las novedades la marcó el aperrado desfile de 200 civiles que representaron a los compatriotas que día a día hacen grande al país, mientras que la cuota de nostalgia la puso la presentación de pelados vestidos como soldados de 1810 y de la Guerra del Pacífico.

ALLAMAND SALTÓ DE ALEGRÍA CON SU REGALÓN 

Entre todos los chochos espectadores que de puro nervio se comían las uñas a la espera de que alguno de sus familiares uniformados recorriera la elipse y desfilara frente a las autoridades, pillamos al senador de Renovación Nacional Andrés Allamand con el pecho más inflado que un palomo.

Sorpresivamente, en el instante que comenzó la presentación de la Escuela Naval el querendón parlamentario no estuvo ni ahí con el estricto protocolo de la ceremonia y saltó como resorte de su asiento, donde compartía con lo más granado del mundo político.

Como una verdadera fiera que busca a su cría, el senador apretó cachete desde el palco de las autoridades y se instaló como un periodista más en el corral de la prensa acreditada.

"¡Ahí está! ¡Ese es! ¡Ese es!", le decía con la frente en alto a quien se le cruzara por delante.

El motivo de su orgullo desatado se debía a que su hijo regalón, Raimundo Allamand (21), marchaba representando los colores de la escuela matriz de la Armada, donde ya cursa segundo año.

"Obviamente que estoy muy contento, muy feliz. Como a todo padre me da una enorme alegría ver a mi hijo en esta Parada Militar, que es histórica. Es un tremendo orgullo... ¡Estoy chocho!", confesó papi Allamand.

Cuando el uniformado retoño terminó su recorrido frente al palco presidencial, su orgulloso progenitor retomó la mesura que lo caracteriza y volvió pausadamente a su asiento, donde se acomodó el nudo de la corbata. Eso sí, antes de partir revisó que su peque haya salido lindo en las fotos.

PANCHO VIDAL CUMPLIÓ SU VIEJO SUEÑO

Cumpliendo  un anhelado sueño que tenía desde cabro chico, el ex ministro de Defensa Francisco Vidal por fin pudo subirse a un tanque y desfilar en la Parada Militar como un soldado más.

La gracia del también ex vocero de los Presidentes Michelle Bachelet y Ricardo Lagos la logró en su calidad de reservista, luego que el sábado el comandante en jefe del Ejército, general Juan Miguel Fuente - Alba, lo ascendiera al grado de subteniente de la Reserva del Ejército y le entregara la condecoración "Cruz Ejército Bicentenario", por su aporte a la institución.

Vidal, quien fue alumno de la Escuela Militar y siempre ha estado ligado a los uniformes por sus pegas y su profesión de profe de Historia, pasó relativamente piola en su paso por la elipse del parque O'Higgins, y la mayor parte de la gallá lo vio chiquitito, como los soldaditos de plomo que el ex ministro tenía en su oficina de gobierno.

Su participación en el desfile no causó mucha gracia entre algunos de sus compañeros de coalición, y el senador PS Camilo Escalona lo criticó y la catalogó de "impropia".

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