Le pillaron un fusil AKA 47, granadas de mano y gran cantidad de municiones, entre otras armas.
Una pena de 12 años de cárcel efectiva recibió el sargento segundo del Ejército, Víctor Gabriel Roa Alburquenque, por sustraer una gran cantidad de armas y municiones desde los almacenes militares para vendérselas a narcotraficantes.
La sentencia se da a conocer a cinco años de la detención del uniformado apodado como “El Mariachi”, condenado por los delitos de tráfico de municiones, tráfico de arma prohibida y tenencia ilegal de arma de fuego.
También fue condenado un socio del sargento, Jonathan Joan Olave Ahumada, quien deberá cumplir 13 años de presidio, más accesorias legales, en calidad de autor de los delitos de tráfico ilícito de municiones, tráfico de arma prohibida y tenencia ilegal de arma de fuego.
Armas robadas desde el polvorín del Ejército
Fue durante los primeros meses del 2018 cuando, en medio de una investigación contra un narcotraficante, la Fiscalía Metropolitana Sur descubrió que un funcionario en servicio activo del Ejército, abastecía al investigado con armamento.
El militar fue detenido por funcionarios de la Policía de Investigaciones en la población Santa Adriana de Lo Espejo, en junio de ese año. En el automóvil en que se movilizaba encontraron dos cajas de madera con nada menos que 1.000 cartuchos calibre punto 38, un fusil semi automático modelo AKA 47, 161 cartuchos de para esta arma y un supresor de sonido compatible con el cañón del fusil.
Más tarde, en los inmuebles utilizados por el sargento segundo y por el narcotraficante, fueron halladas seis granadas de mano, tres pistolas y dos rifles, además de cargadores y municiones de distinto tipo. El tribunal ordenó la destrucción de todo el armamento, según informó el Poder Judicial.
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