El profe de la escuela rural de Ránquil, Rodrigo Díaz Sandoval, llevaba tres semanas separado de su esposa cuando se juntaron a conversar. El hombre la citó la noche del miércoles para resolver las cosas en temas de lucas y de pensión de alimentos.
En eso estaban, arriba del auto del docente, cuando, según fuentes policiales, Díaz sacó a relucir su plan B. Le pidió a su ex mujer que volvieran, y como no pudo convercerla a punta de quitipá, sacó desde el costado de la puerta de su toco una pistola, la apuntó en el pecho y le dijo que si se bajaba se la iba a cargar.
Fue así que decidió ponerle la chala a fondo al auto y se metió a chorro a las cabañas del motel Tókame, ubicado a la salida de Chillán.
La recepcionista del lugar se dio cuenta cómo arrastraba a la fuerza a su ex hasta una cabaña y aunque trató de auxiliarla, le cerraron la puerta en la cara y sólo escuchaba que la mujer le gritaba “por favor, piensa en los niños, no lo hagas”.
Según la fiscalía, el profe tiró a su víctima a la cama, se le subió encima, la apuntó en la cabeza y disparó repetidas veces, pero el arma no le funcionó.
Cambió el cargador y le volvió a apuntar, pero tampoco salieron las balas, así que le dio una golpiza con la empuñadura. Como la recepcionista logró entrar, también la encañonó y le pegó. Fue formalizado por secuestro, lesiones gravísimas y porte ilegal de armas.