La sesión fotográfica que realizó Spencer Tunick la mañana del 30 de junio del 2002, marcó un hito cultural en nuestra historia reciente y también lanzó a la fama a una abuela que se atrevió a mostrar su arrugadito traje de Eva.
Once años después María Cristina Fuentes (83) celebró el regreso del fotógrafo gringo a Chile, quien está de visita con la misión de cachar en qué ciudades hará nuevas fotos en los próximos meses.
El artista que inmortalizó a cinco mil compatriotas desnudos grabará un documental para el canal ARTV, y luego de visitar las regiones de Antofagasta y Valpo se echará el pollo para volver el próximo año a hacer las fotos.
"La coordinación ahora se hace más fácil porque nos ponemos de acuerdo por internet", dijo Tunick en relación al despelote que se produjo la vez anterior cuando la mayoría de los piluchos ni siquiera se había inscrito.
En cuanto a la masividad de las fotos, el gringo explicó que no será tan grande porque sólo necesitará entre cien y doscientos voluntarios.
María Cristina no será uno de ellos. La abuelita Tunick considera que “con una vez está bueno”.
- ¿Qué recuerdos guarda del 2002?
- Los más lindos que puedas imaginar, porque cuando hizo ese evento de los desnudos yo participé porque era algo masivo. No pensé nunca que a mí, por ser viejita, me iba a pinchar la televisión nacional.
- ¿Qué la motivó a ir?
- Fui porque iba a ser un evento masivo y además yo encuentro que el desnudo no tiene nada de malo. Pensé que con tanta gente nadie me ubicaría.
- ¿Pensaba que iba pasar piola?
- Sí, fui porque nadie me iba a ubicar. Encuentro que el desnudo está bien, es como Dios te echó al mundo.
- ¿Pasó mucho frío?
- No, nada mijito, porque había mucha adrenalina, mucha gente, andaba gente desnuda pero con calcetines, una buena idea. Yo andaba desnuda, pero con boina.
- ¿Qué le dijeron en su familia cuando fue?
- Mi hija es bien pacata y a ella no le gustó, pero mi hijo es igual que yo y me dijo: “Madre, si quieres ir yo te llevo”, y lo hizo y me esperó.
