A tierna Pepona sólo le faltó colarse en un Transantiago

¿Quién dijo que segundas partes nunca son buenas? El regreso de la Pequeña Gigante demostró lo contrario: 50 mil almas, según informó Carabineros, se congregaron en la elipse del Parque O'Higgins para no perderse detalles de todos los pasos que dio la grandota.
De hecho, hubo gente que llegó a las 5 de la mañana al lugar y otras hasta pernoctaron en las inmediaciones del recinto.
Fue tanto el gentío que se rejuntó en el ex Parque Cousiño, que parecía un zapateado brillo de Fiestas Patrias. Hubo familiones completos que se comieron su tonto asado o hicieron picnic, tal como lo "pidió" la mona de la compañía franchute Royal de Luxe, poco antes de llegar a Chilito.
Los que se hicieron la América fueron los ambulantes: Vendieron completos, choripanes, aros, pinches, bebidas, quitasoles y hasta por ahí aparecieron los que ofrecían disfraces, fotos y réplicas de la muñeca.
LIMPIECITA
La primera visita de la Pequeña Gigante fue exactamente hace tres años y, a juzgar por la expectación y convocatoria que generó ayer, a la barra le quedó gustando. Total, soñar es gratis. A las diez y media de la matina, la muñeca abrió un ojo y recibió a La Jefa, a quien había invitado previamente a desayunar.
Tras tomarse un té con pancito tostado y huevos revueltos, se dirigió despacito hacia la laguna del parque, donde se mojó las patulecas.
Era tanto el calor, que muchos de sus admiradores no se aguantaron y se bañaron junto a ella. Los más precavidos se zambulleron con las zapatillas puestas por temor a que se las pelaran y, otros, en puros calzoncillos.
Mientras la mona remojaba las cañuelas, tomó a varios peques en sus brazos. Como era lógico, muchos no alcanzaron a tener ese privilegio y estallaron en un desesperado llanto.
Pasadas las 13 horas, la "Pequeña" se pegó una siesta de miedo. Hasta las 16.30 horas. Luego, tras mojarse el caracho, se embarcó en un buquecito que la esperaba en la elipse.
El barquito, que flota por los aires, navegó por avenida Blanco Encalada, Ejército, Brasil y Moneda. El recorrido por las arterias capitalinas finalizó a las 20.30 horas en el frontis del palacio de La Moneda. A esas alturas la habían saludado unas 500 mil personas desde que despertó en el Parque O'Higgins. La gigantona pasó la noche en una cama que sus "papis" le instalaron en la Plaza de la Constitución.
Se tapó con una frazada que tiene bordados con símbolos mapuches. Según explicó el director de Royal de Luxe, Jean-Luc Courcoult, no se trata de un guiño a nuestros pueblos originarios, sino que "durmió con ese manto para saber cuáles son los sueños de los niños chilenos".
MARISCADOR
Se espera que la ilustre invitada se reencuentre hoy con su adorado tío Escafandra, un buzo mariscador que anda más perdido que el Dandy. El Escafandra debería emerger desde las profundidades de la tierra a las 10 horas, en la Plaza Bulnes. Los organizadores del brillo esperan congregar a más de un millón de compatriotas en las calles y en los edificios cercanos.
Pero como todo lo bueno se acaba, el recorrido de ambos gigantes concluirá mañana, a las 17 horas, con un desfile que partirá en Alameda con Portugal, rumbo a su casucha.
"DUERME TRANQUI, NIÑA INOCENTE", LE DIJERON LOS VERDES
Pese a que los caperuzos de la compañía Royal de Luxe tenían todo fríamente calculado, los carabitates sudaron la gota gorda tratando de abrirle paso a la muñeca.
El momento más complicado se vivió cuando la Pepona recorrió la distancia que separa la elipse de la laguna del Parque O'Higgins.
Para evitar lo que sucedió en su primera visita, cuando la barra se desbordó, la policía cercó con vallas papales todo el perímetro por donde se desplazó la muñeca.
Traspasarlas era casi imposible, incluso para los ágiles de la prensa y con credencial en mano.
Otros que debieron mamarse el intenso calor fueron los liliputienses.
Los esforzados cabros, responsables de hacer andar toda la maquinaria que da vida a la marioneta, visten unos gruesos trajes de color café, que son, sin exagerar, como para cruzar el polo.
"¡QUE SE DESPIERTE!"
Era tal la expectación y ansiedad de los peques que se dejaron caer ayer en el Parque O'Higgins, que no se aguantaron las ganas de ver despierta a la imponente marioneta. "¡Que se despierte!", "¡que se despierte!", le gritaban a coro. El mágico momento sólo se materializó cuando la Presidenta Michelle Bachelet la sacó de los brazos de Morfeo. Otro momento de emoción se vivió cuando una delegación de la policía montada le obsequió un presente a la ilustre visitante.
LA JEFA DESAYUNÓ CON CHIQUITA BAJO POTENTE CAREGALLO
Muchos compatriotas se sacrificaron ene pera ver a la tierna Pepona en su primer día de actividades en la capital.
Algunos se levantaron con las gallinas, otros se tiraron por el alambre y , la gran mayoría soportó estoica el intenso calor que se dejó sentir ayer en Santiago.
Fue el caso de La Jefa, quien fue invitada por la muñeca a desayunar. Como la mona es rebuena para bañarse, la Presidenta debió esperarla sus buenos minutos sentada al medio de la elipse del Parque O'Higgins y a pleno sol. El caregallo fue implacable con ella y con todos los curiosos.
MELAME LE ACONSEJÓ CAMBIO DE LOOK EN "PELUQUERÍA PAULINA NIN"
Hace poco menos de tres años el diario pop se puso en contacto con el muñeco más famoso en Chile (con el perdón de Fabricio), y le preguntamos a Melame "qué sentimientos le despertaba la Pequeña Gigante".
En aquel entonces nuestro pequeño comediante dijo con más personalidad que argumentos que "el tamaño no importaba, si la astilla es del mismo roble".
Con ese drama resuelto el problema de antes, y también de ahora, es la diferencia de edad entre la tierna francesita y el maduro muñeco a pilas, quien en 2007 dijo que estaba consciente que debería tener paciencia y esperar el desarrollo de su amada.
Con el respeto que se merece una dama, Melame declaró que "cuando tenga 18 años, será mía". ¡Chan!
Desde entonces se desconoce si ha apaciguado su soledad con otra muñeca, o con su propia muñeca, ante la falta de juguetes de un tamaño adecuado. Algunos sapos dijeron que se lo vio portando bajo el brazo a una muñeca inflable, pero eso jamás ha sido confirmado por una fuente confiable.
La cuestión es que la mona volvió y lo hizo tan cabra chica como hace tres años. ¡No ha crecido nada! No ha madurado ni una pizca, sigue siendo una tierna impúber que arrastra la bolsa del pan y aún no está en edad de merecer (lo que merecen las mujeres con edad para poner los ojitos blancos).
Melame, al ser consultado sobre la nueva visita de su amor platónico, dijo de inmediato que "obviamente sigo pensando en la Pequeña y espero poder juntarme con ella esta noche (viernes)".
Lo curioso es que le hizo una recomendación para que cambie su look neo-pokemón, que tampoco ha variado en el curso de los años:
- Yo la llevaría a la peluquería "Paulina Nin" -dijo muerto de la risa.
- ¿Y por qué?
- Porque es la que mejor peina la muñeca en Chile.
Lo peligroso para Melame es que esta vez la Pequeña Gigante vino acompañada de su tío, quien de un solo coscacho lo puede mandar donde su antiguo socio, Melón; o sea, al destierro, al olvido.
Por María José Vargas y Jaime Salas
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