El constitucionalista Jaime Bassa explico por qué es imposible prohibir que los menores de 14 años anden solos de noche en la calle, como pretende establecer el alcalde de Quilpué.
El alcalde de Quilpué, Mauricio Viñambres, se robó la agenda noticiosa al anunciar su intención de establecer una norma en su comuna para que los menores de 14 años no puedan salir solos a la calle entre las 1.00 y las 5.00 de la madrugada. En caso de ser sorprendidos por tercera vez, los papás de los porfiados deberían pagar una multa.
La intención del político socialista es evitar que los peques sean víctimas de asaltos o usados por adultos para delinquir, inspirado en una regulación similar que según él rige en Islandia, donde los menores no pueden salir solos después de las 24.00 horas en verano o y las 22.00 en invierno.
La idea no pasó desapercibida y las opiniones en Quilpué están divididas. Además, los expertos también se metieron al baile, como el abogado constitucionalista, Jaime Bassa, el mismo que hace dos semanas protagonizó una polémica en el Congreso cuando lo basurearon por andar sin corbata, a pesar de su tremendo currículo.
"La medida es inconstitucional, es el tipo de medidas que un alcalde no puede implementar; primero, porque niños, niñas y adolescentes son plenos titulares de derechos fundamentales. En obligaciones internacionales que ha contraído el Estado de Chile supone que debe hacerse efectivo el principio de autonomía progresiva, o sea, darles a los niños y adolescentes cada vez más derechos y no menos, y en esa perspectiva la medida que propone el alcalde es regresiva y atentaría contra las responsabilidades que tiene el Estado en materia de tratados internacionales", dijo.
"Por el otro lado, la libertad de desplazamiento, la libertad ambulatoria es un derecho que está reconocido por la Constitución. Y la Constitución protege a todas las personas- también a los niños y adolescentes-, y la única forma en que el ejercicio del derecho pueda verse regulado o limitado es a través de una ley, en ningún caso a través de un decreto alcaldicio", explicó.
El abogado sin corbata aclaró que el toque de queda que impuso Pinochet ocurrió en un marco distinto. "En dictadura operaba un régimen de facto que tenía vigencia por sobre las normas de la Constitución. Tenían vigencia las normas del articulado transitorio, había disposiciones transitorias de la Constitución, especialmente la 24, si no me equivoco, que le daban al dictador plenos poderes. Entonces, en virtud de eso, el poder desnudo sin regulación jurídica imponía de facto el toque de queda".
Bassa no descarta que tras el anuncio del alcalde de Quilpué "haya un objetivo político que uno desconoce, pero es una propuesta que no tiene ninguna viabilidad constitucional".
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