Hay personas que escriben en las redes sociales todo lo que hacen durante el día, pero la actriz porno gringa Amanda Logue (28) y su amante fueron más allá. Sin querer, escribieron el comienzo de un asesinato.
La Fiscalía de Florida los acusa de matar a un tatuador de Miami a mazazos en la cabeza y apuñalarlo en reiteradas ocasiones, en medio de una fiesta de sexo. La mayor prueba en su contra son los mensajes que se escribieron vía Blackberry, que delatarían que la pareja sentía un deseo más fuerte que sólo matar por dinero.
La historia comenzó hace un año, cuando Logue conoció a quien sería su pololo. Ella comenzaba a grabar su quinto filme para adultos bajo la chapa de "Sunny Dae", y en un estudio de Los Angeles se relacionó con Jason Andrews (27), un actor dedicado sólo a películas gay y que llevaba a su haber una veintena de títulos. En el ambiente under musical se le conocía también como "DJ Veritas".
A los pocos días iniciaron un tórrido romance, publicado a diario en sus cuentas de twitter. Los chats, mensajes e imágenes que intercambiaban Logue (@therealsunnydae) y Andrews (@hearveritas) dejaban entrever una relación basada en el sexo. Extrañamente, el amor y los contactos cesaron el domingo 16 de mayo pasado.
Un día antes, la pareja asistió a la convención porno Exxotica, en Miami. En los pasillos de la galería, Logue conoció a Dennis "Scooter" Abrahamsen (41), un conocido tatuador. Ambos acordaron pasar una noche de sexo en su casa, en el condado de Pasco, la que incluiría una sesión de fotos y videos.
Esa jornada, Logue estuvo hasta las 5 de la madrugada con dos mujeres y su "cliente" y cuando quedaron solos ella le ofreció un masaje.
En plena sesión de relajación, "Sunny Dae" le abrió la puerta a su novio, quien entró con un mazo y un cuchillo. "Scooter" estaba boca abajo y no alcanzó a alzar la cabeza.
Los análisis forenses indican que el tatuador sufrió reiterados golpes en el cráneo y que en su cuello presentaba varias puñaladas. En la casa se encontró una cámara de video sin casete y la caja fuerte abierta y sin billetes.
Tras el asesinato, la pareja sustrajo 6 mil dólares y se fue a la playa. El último mensaje de twitter de Logue fue: "Descansando con @hearveritas, comiendo cabritas y viendo películas".
Por versiones de testigos, la policía llegó hasta la casa de Logue, en Georgia. Estaba junto a su marido, ya que era casada.
Tras dos declaraciones no le quedó otra que confesar el hecho. Señaló que su amante cómplice se había ido con otro hombre, quien era su actual pareja, y que no lo había vuelto a ver desde aquel aciago día. "Después de matarlo me tomó del cuello y me hizo ver el cráneo destrozado. Dijo que si contaba algo a la policía me haría lo mismo a mí", declaró.
La policía logró detener a Andrews después que compró unas herramientas para su novio con la tarjeta de la víctima, tras lo cual fue extraditado al estado de Florida. La semana pasada se determinó su prisión preventiva y ahora se encuentra a la espera del juicio. Los dos actores triple equis arriesgan cadena perpetua. Era que no.
EL CIBERDIÁLOGO QUE LOS MANDÓ EN CANA:
La siguiente es la transcripción de los mensajes de texto enviados por Blackberry entre Amanda Logue (A) y Jason Andrews (J) la noche del asesinato. Algunas palabras fueron traducidas al lenguaje formal para evitar modismos gringos:
J: Trata de ponerlo cómodo. Voy a entrar en un rato :).
A: Sip. Tengo guantes de goma.
J: Estoy muy contento que hagamos esto. Ponle ojo al cuchillo.
A: Vamos a quedar solos. Ahora no me voy a rendir.
J: Sí lo sé. Estoy tan excitado.
A: Demonios, yo también. Quiero hacer el amor contigo después que lo matemos.
J: Depende por dónde entre, voy a llevar una botella.
A: Prepárate para entrar por la puerta.
J: Le voy a pegar en la cara.
A: Voy a empezar con el masaje.
J: ¿Tiene elementos de seguridad?
A: No.
J: OK. Entro por la puerta. Espero tu llamada.
A: Estoy tan caliente. Ya empecé a armar la mesa de masaje.
J: Tenemos todo el tiempo del mundo. Haz que se relaje y ponlo boca abajo.
A: OK. Todo listo. Está tomando y puse música para que no se dé cuenta.
J: Mala. La puerta está con llave. Yo te espero. Tómate tu tiempo.
A: Ya la abrí.
J: Oh, Dios mío. Pensé que nunca saldría de ese maldito guáter. ¿Estás bien?
