"La gente estaba en shock. No sé qué les pasó por la cabeza, nos miraban con extrañeza. Unas señoras gritaban: 'Yo necesito una nana'", relató a La Cuarta, Javierita Díaz de Valdés, luego de tirarse a la piscina vestida de asesora del hogar.
La actriz que se hizo famosa por darle un nuevo uso a las lavadoras en Chile luego de su fogosa escena en la peli "Sexo con Amor", se vistió de nana y entró a la mala al Club House de Las Brisas de Chicureo, el mismo lugar que en un reglamento obligaba a las asesoras del hogar a usar uniforme y les prohibía circular por ciertas áreas del recinto.
La artista se dio un chapuzón para apoyar a las abnegadas mujeres que dejan las patas en su pega: "Estábamos almorzando el domingo y un amigo dijo por qué no vamos (al club). No lo pensamos dos veces".
La actriz tomó el primer delantal que encontró e hizo su mejor interpretación social: repudiar las normas contra las niñeras.
"Estoy en desacuerdo que discriminen a las nanas. En cualquier parte del mundo no existen personas que dejen a su familia, muchas veces, de lado por la pega. Lo mínimo que merecen es respeto y un trato de igual a igual. Me parece una ordinariez discriminarlas", dijo.
CÁMARA Y ACCIÓN
Las fuertes declaraciones de la propietaria del condominio "El Algarrobal II", Inés Pérez y la prohibición a las asesoras del hogar de caminar por las veredas para llegar a su laburo en ese mismo lugar, también caló hondo en la actriz que decidió tirarse, literalmente, a la piscina por todas las trabajadoras.
"Toda mi vida he tenido nanas, por eso me parece flaite el ataque hacia ellas", afirmó.
Javiera nos contó cómo fue la odisea para ingresar al recinto privado y hacer la gracia sin ser detenida: "Entramos como Pedro por su casa. No cachábamos dónde quedaba la piscina (que usan todos los propietarios), escuchamos ruido y nos metimos por la cancha de golf en un auto, pasamos por unas plantas y justo pasaron unos adolescentes y les pedí ayuda para que me sacaran la foto".
A lo Rambo, la intérprete de Rubí en la teleserie Mujeres de Lujo se peló los codos para lograr su objetivo.
"Corrimos lo más rápido posible a la piscina y un guardia nos gritó: "¡no se pueden tirar con ropa!". Estaba nerviosa, pero la sensación de hacerlo fue lo mejor", aseguró ya sequita la artista.
RECHAZO
Aunque la iniciativa tuvo cualquier apoyo en las redes sociales, igual hubo un par de personas que tomó en mala en asunto y así se lo hicieron saber.
"Hay gente que le pone color y dicen que parece una burla de mal gusto, pero fue una cosa del momento, algo espontáneo", concluyó la Javi.
