Acusan a chofer de abusar de hija de su patrona

El Ministerio Público inició una investigación en contra de un hombre de 29 años que durante casi una década habría abusado sexualmente de la hija de su patrón, en el barrio alto.

Según la acusación del fiscal de la zona Oriente, Felipe Díaz, Francisco Figueroa habría cometido actos de significación y relevancia sexual, principalmente mediante manoseos, en perjuicio de una jovencita de 14 años desde que ésta tenía 4.

Figueroa es hijo de la nana de un dueño de una imprenta y, de acuerdo con la versión del fiscal, habría aprovechado su pega de chofer y cercanía con la menor para tocarla, besarla, hacerle sexo oral y simular relaciones sexuales, tanto en la casa como en el auto.

Los supuestos abusos sexuales quedaron al descubierto en la Navidad del año pasado, cuando M.A. le contó los hechos a su familia. La menor dijo que antes no lo hizo por miedo (dijo que Figueroa amenazaba con chocar el auto) y porque pensaba que las tocaciones eran un juego, hasta que viendo noticias en la tele se dio cuenta de que se trataban de abusos.

Pese a que dijo sentir temor del chofer de la casa, la jovencita reconoció en su declaración que en el segundo piso de su casa jugaba a los cojinazos con el imputado, fumaban juntos en el patio trasero y hablaban por teléfono para que la fuera a buscar y dejar a la casa de amigos.

Tras la denuncia que hizo M.A., su hermana mayor, de actuales 23 años, recordó que también fue abusada por el chofer de la casa y que tampoco se atrevió a acusarlo "porque tiene mucha fuerza".

La muchacha de 14 años fue examinada en el Servicio Médico Legal y se estableció que no presenta lesiones ni desfloramiento.

El fiscal Díaz indicó que debido a los abusos que sufrió, la adolescente se empezó a juntar sólo con mujeres y comenzó a volarse con aerosol. "Ahora me dan asco los hombres", declaró en la Brigada de Delitos Sexuales.

Francisco Figueroa fue formalizado por abusos sexuales reiterados. La jueza Carolina Herrera consideró peligrosa su libertad y ordenó dejarlo en prisión hasta que empiece el juicio.

La abogada defensora Miriam Suárez dijo que entre su cliente y la jovencita "existió una relación afectiva" y que los dichos de la víctima "me merecen dudas que valen la pena investigar, ya que no me parecen creíbles. Además hay que considerar el vocabulario con el que se refiere a los hechos".

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