Acusan a Elon Musk de pagar 250 mil dólares a azafata para evitar denuncia de acoso sexual

Elon Musk.

Los hechos habrían ocurrido durante el 2016 mientras la mujer le hacía un masaje de rutina al reconocido magnate.

Una fuerte acusación ha aparecido sobre el multimillonario que planea comprar Twitter. Así es, Elon Musk.

El archiconocido CEO de Tesla y SpaceX habría pagado 250 mil dólares a una azafata para que no saliera a la luz un presunto caso de acoso sexual, hecho que habría ocurrido en 2016, según documentos a los que accedió Business Insider.

La mujer, que también ejercía labores como masajista, habría estado junto al magnate en un avión corporativo de SpaceX cuando él le pidió un masajes, un requerimiento común dentro de sus vuelos.

Sin embargo, mientras la mujer hacía su trabajo, el hombre “sacó su pene, estaba erecto”, relató una amiga de la azafata en una declaración firmada. “Y empezó a hacerle proposiciones, como tocarle el muslo y decirle que le compraría un caballo”.

Es decir, indica el relato, “básicamente trató de sobornarla para que le hiciera algún tipo de favor sexual”.

Musk se defiende

Dos años después, la presunta víctima se habría reunidos con el servicio de asesoramiento legal de la compañía y el propio Musk. Tras la reunión, habría firmado una cláusula de confidencialidad a cambio de la millonaria suma. Junto con ello, comprometió a no presentar ninguna denuncia por acoso y a no volver a hablar del tema.

“Si hubiera alguna manera de que ella hiciese esto público sin ponerse en riesgo, sin poner en peligro su vida de ninguna manera, creo que lo haría”, declaró la amiga de la masajista.

Luego de esa revelación, el propio Musk salió al paso de la acusación. “Hay mucho más de esta historia”, declaró al citado medio. “Si fuese propenso a involucrarme en casos de acoso sexual, es poco probable que este fuese el primer caso en mis 30 años de carrera que saliese a la luz”.

Más tarde, durante el jueves, vía Twitter, se defendió nuevamente: “Los ataques en mi contra deben verse a través de una lente política”, por lo que “este es su libro de jugadas estándar (despreciable), pero nada me impedirá luchar por un buen futuro y su derecho a la libertad de expresión”.

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