El bebé que crecía en el vientre de M.J.V.M. (19) pesaba 3,3 kilos, medía 51 centímetros y estaba por cumplir 39 semanas.
Pero el neonato sólo habría alcanzado a conocer este mundo por unos segundos, y su mamá ya está en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en la muerte de su hijo.
HEMORRAGIA
La joven estudiante de locución, secretaria de un ginecólogo y madre de una mujercita, habría escondido el embarazo por miedo a sus padres, que le advirtieron que con otra guagua se iría del hogar.
Según el relato de la Fiscal Claudia Castro, la tarde del jueves 28 de agosto la muchacha tuvo un parto en el baño de su casa.
TERRIBLE
El bebé cayó a la taza con el cordón umbilical enredado en su cuello. Cortó el cordón con sus manos y tiró la cadena para botar la placenta.
Luego tomó al menor y le puso un espejo en la boca para ver si estaba vivo.
La nula marca de vaho junto al color amoratado de su rostro la convenció de que el niño estaba muerto.
Al otro día fue a la oficina de su jefe para detener la hemorragia. Fue internada en el Barros Luco.
Pese a que M.J.V.M. aseguró en el hospital que sólo había botado coágulos, las evidencias postparto eran claras. El ginecólogo H.R.C.C. estampó la denuncia por presunto aborto.
HORROR
La Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros encontró al feto en la casa, entremedio de unas bolsas y dentro de un macetero.
Por su presunta responsabilidad quedó detenida en la 48a Comisaría.
Los resultados de la autopsia arrojaron lesiones profundas del feto a nivel cervical e indicios de haber nacido vivo. La causa de muerte se aclarará en los próximos días.
JULEPE
La defensora Francisca Valdés explicó que la joven actuó por miedo, pero no se puede definir la voluntad de asesinato.
"Ella tuvo su guagua, pero consideró que estaba muerta. No se puede apreciar si tuvo intención o pudo reaccionar de otra manera".
M.J.V.M. quedó en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el infanticidio. El magistrado decretó 80 días para investigar.
Claudio Sanz S.