El multitudinario cortejo fúnebre partió cerca de las 10 de la mañana para terminar pasado el mediodía en el Cementerio Católico. b La emotiva despedida a Fernanda y a su hija nonata, Josefa, se realizó con una misa privada para su círculo más cercano, antes de ingresar al crematorio.
Eran cerca de las 9 de la mañana y en la intersección de calle Puntiagudo con Llaima, en Conchalí, la despedida a Fernanda Maciel y Josefa, su hija de 8 meses nonata, comenzaba a zanjarse. No así el caso policial, que ha movilizado al país desde el 2018 y que aún mantiene cabos sueltos.
En su casa, en Puntiagudo 4943, a metros de distancia de la bodega en donde sus restos fueron hallados en junio del año pasado, y tras ser velada durante dos días, sus vecinos, amigos y familiares acompañaron el último adiós a la muchacha embarazada que estuvo desaparecida durante 16 meses.
En el lugar, y sobre un podio de madera, la gente que llegó a despedir a Fernanda escribían palabras de cariño para sus familiares en el libro de condolencias, mientras el personal del servicio funerario comenzaba a sacar los canastillos de flores que acompañarían el cortejo.
Minutos antes de las 10 fue cuando su ataúd fue trasladado - en medio de aplausos y bocinazos- al vehículo que la llevaría hacia el Cementerio Católico.
El blanco cortejo inició su recorrido, junto a dos buses de acercamiento, y paró un momento, interrumpiendo el tránsito, en la Pérgola de las Flores, donde trabajadores la despidieron como tradicionalmente se hace desde 1960.
Pasada las 11 el Cementerio Católico de Recoleta abría sus puertas para recibir a la comitiva. Entre ellos, Daniel Correa, su abuelo materno. "Imagínese como estamos en la familia por lo que hizo ese imbécil, estamos todos destruidos, pidiendo justicia, que pague, que pague, cadena perpetua...no, la Fiscalía no, Fiscalía ni Carabineros, ustedes saben que hicieron la pega mala...estaba ahí mismo (Fernanda) ¿y no la encontraron? qué raro...", mencionó antes de entrar al recinto.
Minutos más tarde, la familia y amigos más cercanos se reunirían en una íntima misa de responso a puertas cerradas para despedir a ambas.
Ya cerca del mediodía finalizó la ceremonia y se lanzaron al cielo globos rosados y blancos con los nombres impresos de las dos víctimas. La madre de Fer, Paola Correa, su hermana Valentina Maciel, y Simona, la perrita pug que fuera la mascota de la víctima, se despidieron junto a una doscientas personas.
Adiós
Por supuesto que su ex novio, Luis Pettersen, estuvo ahí también para sellar el último adiós.
"Ya estaba agotado, colapsado...le pido disculpas a toda la gente por los errores que cometí, pero soy persona, eso y agradecerles a toda la gente que está acá apoyándonos en esta causa tan bonita, justicia para Fernanda", dijo el ex novio que, despidió a Feña y Josefa el mismo día de su cumpleaños 37 y en medio una multitud que se lo cantó a todo pulmón. "Nunca pensé que tanta gente me iba a cantar cumpleaños", dijo.
Todo finalizó después cuando el féretro fue trasladado al crematorio del camposanto para ser incinerado. Un deseo de su madre para tenerla más cerca.
Justicia
"Nosotras somos una colectiva que nos reunimos en Conchalí y Valentina es parte de esto. En apoyo a ella es que estamos acá ahora", manifestó una de las participantes del Colectivo Kullay. Las mujeres realizaron la performance de "Un violador en tu camino", como un tributo a la familia de Fer. Al finalizar, Paola Correa las abrazó fraternalmente.
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FOTO:ARIEL MORALES MEZA[/caption]
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FOTO:ARIEL MORALES MEZA[/caption]