Adriana Barrientos se sentó en el caballo de palo

"Permiso, ah, permiso", dijo con un tono sensual Adriana Barrientos antes de sentarse en el mismísimo carrusel erótico, en cuyos caballitos de mar muchas diosas pusieron sus cachetitos en el ya desaparecido Hotel Valdivia.

¿Y dónde posó sus reales la bella Adriana, si el mítico volteadero santiaguino ya no funciona?

Nada menos que a 1.400 kilómetros de la capital, en el Norte Grande, para alojarse en una de las habitaciones VIP del nuevo templo del amor de Antofagasta y sus alrededores: el Hotel El Cairo.

Ese fue el destino del tiovivo del amor, cuyo flamante poseedor es Cristián Henríquez, un joven empresario que posee una cadena de telos y hospedajes en la Perla del Norte y, hace más de un mes, en la subasta de los dueños del Valdivia, se mandó un gallito que ganó por 8 millones 500 mil pesos a otro hombre de negocios santiaguino que quería el chiche en su restorán de calle Cumming.

Ahora el carrusel del amor adorna las noches de pasión en el Hotel El Cairo, en el sector de La Chimba. Se encuentra en la habitación Neptuno, que está alhajada a todo trapo con el tema del Dios del Mar. Por eso Henríquez pujó fuerte ante su rival en la subasta, porque era el fetiche ideal para sus piezas temáticas, ambientadas en la Antigüedad, para que los mineros sedientos de placer puedan sacudirse el polvo junto a sus musas como si estuvieran en Egipto, Grecia o Roma.

Y Adriana Barrientos fue la musa que estuvo en los tijerales del cuento sabrosón y se mandó un acercamiento preliminar con La Cuarta al contarnos que "esto demuestra que el chileno ya no es un cartuchón; en general, las cosas han variado y ya no se trata de ir a un hotel y hacer lo que se viene a hacer. Ahora las parejas quieren más juegos, más aromas, personificación y en eso ayuda bastante un lugar temático".

-Adriana, ¿Cómo anda eso de ser parte del nuevo mito del amor en el norte?

- Me siento súper especial por esto, el sólo hecho de que me siente en uno de los aparatos que ha sido parte de la felicidad de los chilenos, es algo importante y pícaro a la vez. Bueno, si paso a ser parte de la historia erótica y del amor aquí en Antofa, es algo único.

- Y usted, a la hora del cuerpo a cuerpo, ¿Prefiere una habitación temática o algo más conservador?

- La pieza temática, de todas maneras, porque lo otro es más fome si se tiene planeado pasar un muy buen rato. Aunque la pasión puede adornar cualquier lugar para el amor, ¿no?

- De todas maneras, Adrianita, usted le pondría la ambientación de película en 3D a cualquier sitio donde haya un ring de cuatro perillas...

- ¡Fresco!

Los mineros del Norte Grande ya tienen su lugar favorito para el cuerpo a cuerpo con todo vale en el amor: el Hotel El Cairo, que comienza a hacer historia en el cacheteo de la Región de Antofagasta (ver recuadro).

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