- Llamo para agradecer la buena atención en un consultorio.
- ¿Dónde es esa maravilla?
- En el consultorio Santiago 1.
- ¿Le hicieron nanái?
- No. Le fui a pedir hora a mi señora para el oftalmólogo.
- ¿Está viendo mal la iñora?
- Obvio, por algo va al oftalmólogo. ¡Por Dios, la pregunta!
- Disculpe...
- Quiero agradecer en especial la atención de las ventanillas 5, 6 y 7. Ahí atiende la señora Silvia. Ella despejó todas las dudas que tenía con el trámite. Atienden a los que llegan a pata pelá y a los con corbata.