La encuesta Adimark de mayo fue como comerse un caldo de pata para el gobierno: Cayó pesadita, porque los resultados fueron malena.
De entradita, sólo un 36% apoya la gestión del Gobierno, mientras que la desaprobación alcanza al 56 por ciento. Ambas son las peores cifras en lo que va de mandato de Sebastián Piñera.
El área mejor evaluada de la gestión gubernamental es la de relaciones internacionales, con un 69 por ciento, y la peor, el transporte público. Apenas 27 de cada 100 chilenos creen que lo están haciendo del uno.
Quien sufrió una caída de esas que sólo se pasan con un nanái en el popín fue el biministro de Energía y Minería, Laurence Golborne.
El guaripola, aunque sigue siendo el más popular del gabinete, bajó su apoyo a 77 por ciento, registrando una caída de siete puntetes desde la medición de abril.
En octubre y noviembre de 2010 alcanzó la histórica aprobación de 91 por ciento, la que por ahora no es más que un simple recuerdo, ya que el nivel de aprobación de Golborne está un punto más abajo que agosto de 2010, fecha que coincide con el día en que encontraron a los 33 de Atacama.
